Mirar la historia con ojos de niña

De Elena Díaz Islas

15 de Jun de 2022

Presidente Pedro Aguirre Cerda (1938-1941)

Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
Dios mío!

¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!

El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;

que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.

Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.

Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!

Gabriela Mistral, “Piececitos”, del libro “Ternura”, 1924.

“Porque muchas cosas podemos discutir, menos este gran bochorno que se llama Niño desnudo y hambriento”, manifestaba Gabriela Mistral respecto a la situación precaria que vivía la población infantil a comienzos del siglo XX en Chile.

Pan, techo y abrigo 

Asunción de Pedro Aguirre Cerda (24 de diciembre, 1938)

Hasta 1938 los niños campesinos en Chile caminaban sin zapatos a sus escuelas por senderos de tierra.  A veces, con escarcha. Algunas madres diligentes les tejían calcetines de lana para sus “chalitas” de cuero sobre un pedazo de neumático en desuso. Lo mismo sucedía en las escuelas primarias de las ciudades. La mayoría descalzos. En 1938, el presidente de Chile don Pedro Aguirre Cerda y su esposa Juana Aguirre Luco, tramitaron la compra de zapatos cerrados para todos los niños de las escuelas del país. 

El gobierno del profesor Pedro Aguirre Cerda (1938 -1941) fue el primero de tres administraciones sucesivas encabezadas por el Partido Radical. De estos, el suyo fue el único en permanecer en la memoria ciudadana del siglo XX al liderar el Frente Popular y llevar a cabo un gobierno que promovió la industrialización y la educación al servicio de los intereses populares.

Años más tarde, muchos profesionales confesaban que sus primeros zapatos fueron un regalo del presidente de la república don Pedro Aguirre Cerda. 

Don Pedro Aguirre Cerda y su esposa Juana Aguirre Luco

«Lo vi con mis propios ojos. En la avenida Ricardo Vicuña de la ciudad de Los Ángeles, en Chile, había enormes mesas interminables con zapatos. Los profesores y padres iban con bolsas a buscarlos. Mi papá era un profesor de gran compromiso social e hizo que fuera a mirar, nunca lo he olvidado. Por eso mi compromiso está enraizado con la pobreza, yo era una inocente y regalona niñita de unos diez años». 

«En tantos años de vida he pasado por las experiencias sociales más extraordinarias de mi país. La cesantía de mi papá, la pobreza extrema de los niños, el desarrollo de Chile en el que la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) fundada en 1939, por Pedro Aguirre Cerda, tuvo un rol muy importante. Luego llegaron la alfabetización, la persecución política, mí propio ejercicio profesional, los diecisiete años de dictadura, la recuperación de la democracia en el año 1990, fracasos y desarrollo». 

«En primera fila, abrigado como todos, don Pedro Aguirre Cerda marchaba con bufanda, los caballeros gritaban, roncos y fuerte: ¡Gobernar es Educar! ¡Pan, Techo y Abrigo! Y, de pronto, veo a mi papá desfilando, no sé por qué me escondí detrás de una señora. No quería que mi papá me viera, no tenía permiso para quedarme dando vueltas a la salida del colegio. El día de la elección del presidente de la república mi mamá y mi papá conversaron y escucharon radio hasta tarde».

Fotografía: Sergio Larrain

«Al día siguiente, cuando mi papá partía a dar clases a su escuela, llegó la Cayoya: ¡Ganamos Don Pedrito! Y se abrazaba a mi papá. La Cayoya venía a nuestra casa a lavar la ropa grande: sábanas, fundas, toallas, delantales blancos de mi mamá. Prendía fuego en el patio y la empleada de casa le ayudaba a colocar la olleta. Cayoya arrojaba a la olla la ropa medio enjabonada, después la «escobillaba» en el lavadero y la estrujaba. Después de almorzar la tendía en el patio, antes le colocaba azul y almidón muy suave. Mi Cayoya era pobre, muy pobre».

Portada del diario «El Mercurio», 25 de Octubre, 1938

Pedro Aguirre Cerda levantó el lema “Gobernar es educar”, pensamiento que queda reflejado en su discurso presidencial del 21 de mayo de 1939.

«Para que la enseñanza pueda cumplir su misión social con toda amplitud es necesario que sea: gratuita, única, obligatoria y laica. Gratuita, a fin de que todos los niños puedan beneficiarse de la cultura, sin otras restricciones que las que se deriven de su propia naturaleza; única, en el sentido de que todas las clases chilenas unifiquen su pensamiento y su acción dentro de las mismas aulas escolares; obligatoria, pues es deber del Estado dar a todos los miembros de la sociedad el mínimo de preparación requerido por la comunidad para la vida cívica y social; laica con el fin de garantizar la libertad de conciencia y hacer que nada perturbe el espíritu del niño durante el periodo formativo”.

Gabriela Mistral

Su Gobierno también se destacó por desarrollar una activa política cultural. En 1939 promovió el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral, con quien lo unía una estrecha amistad, aunque recién lo obtuvo en 1945. También ordenó elaborar un proyecto de ley para crear el Premio Nacional de Literatura que finalmente fue promulgado en 1942.

El Chile de 1938 se caracterizaba por tener una alta tasa de mortalidad infantil, 235 por mil (cuando en países similares era entre 35 y 184), una alta tasa de analfabetismo superior al 35%, un hacinamiento de la población en conventillos que hacía propagar con facilidad las enfermedades infecciosas. Aguirre Cerda se preguntaba:”¡Qué extraño es que el relajamiento moral y las enfermedades contagiosas prendan y se propaguen en estos antros que son una vergüenza nacional!». Indicadores que nos situaban dentro del mundo occidental en el subdesarrollo económico. Por eso, su consigna de “Pan, Techo y Abrigo” no era una afirmación de carácter político, sino más bien expresiones que llamaban a la conciencia social, convencido de que la solidaridad entre los chilenos era fundamental para la construcción de un país mejor.

«Al poco tiempo rompieron toda la calle Villagrán (era la calle en la que vivíamos) y también casi toda la calle Almagro. Mis padres decían que era lo mejor que podía suceder pues colocarían alcantarillado para toda la ciudad. Mis padres decían que así toda la gente tendría su W.C. y no la «casita» al final del patio que era un puro peligro para la salud de la población».

Portada de la Revista Vea (27 de diciembre, 1939)

«En Navidad regalaron juguetes. Mi mamá, que era matrona, se puso a llorar porque en el hospital nunca habían regalado paños (pañales) de guaguas (bebés) para las mujeres de parto. También regalaron juguetes para los otros hijos. Yo decía que mi mamá era matrona y «vestidora de guaguas».

El 10 de noviembre de 1941, Pedro Aguirre Cerda, ya muy enfermo, dejó su cargo como presidente, entregándolo al ministro del Interior, Jerónimo Méndez. Luego de quince días de agonía, murió el 25 de noviembre debido a la tuberculosis que lo aquejaba, trás tres años de gobierno. Sus funerales dieron muestra del enorme cariño que la gente le tenía y miles de personas se volcaron a las calles para despedir al «presidente de los pobres».

Portada de la Revista Vea: «El adios del pueblo!»

El ejemplo de Aguirre Cerda debería iluminar a esta nueva generación de líderes políticos para producir los cambios necesarios y que la justicia social finalmente sea una realidad en nuestro país.

 

Elena Díaz Islas

Soy Profesora de Castellano, la docencia es mi alimento, mi vitamina. He hecho clases en el Liceo de Hombres «Enrique Molina Garmendia», y en el Colegio San Pedro Nolasco de la ciudad de Concepción. Cuando recuperamos la Democracia fui elegida Concejala en 2 períodos. Empecé a trabajar en la Universidad del Bio-Bio. Tengo 3 Posgrados «Gestor Cultural», Universidad San Sebastián (Año 2000), Magister en Educación, Universidad.de Concepción (Año 2011) y Diplomas en Estudios Europeos, Facultad de Derecho, Universidad de Concepción. Escribí junto a Lila Silva «Tutti frutti en el Aula». Desde el año 2000 dirijo el Taller de Escritores para adultos mayores: Plenitud. Hemos publicado 12 Antologías. Dicté una exitosa asignatura: » Análisis de la Realidad Social inmediata», en la Universidad del Bio-Bio. Y lo más importante: soy mamá de Marisol y Jaime Eduardo, les crié y formé porque el papá murió cuando ellos tenían 5 y 6 años.

Categorías: Crónicas
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5 Comentarios

  1. Lila Silva Labarca

    Querida Nenita
    Te felicito por tus hermosos recuerdos . Al leer la nota me pareció visualizar una película .
    Bello relato de tu infancia.
    Me encantaría que nuestro presidente pudiese leerla .

    Y al equipo de unaisladeideas solo felicitarlos por este maravilloso espacio. Están dando la oportunidad a tantas personas que quieren compartir sus experiencias de vida.

    Responder
  2. Eliana Durán Fernández

    Magnífico relato. Gracias por publicarlo.

    Responder
    • unaisladeideas

      Muchas gracias por tu comentario.

      Responder
  3. Robert Córdova Martínez

    Veraz descripción de una época que, por fortuna, ha ido siendo superada.
    El afán de los gobiernos realmente progresistas queda claro: educar, educar, y permitir la mejora en las condiciones de vida de los desamparados del destino.

    Hoy Chile comienza una nueva y pujante etapa de desarrollo humano y social, donde LA VIDA prevalecerá en las metas de desarrollo sustentable.
    Gracias, profesora Elena, por exponer este testimonio .

    Responder
    • unaisladeideas

      Siempre las notas de Elena nos aportan reflexiones que nos sirven para comprender distintos momentos de nuestra historia. Gracias por comentar.

      Responder

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