“Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: Nunca más”

Júlio César Strassera.

«Argentina 1985» (candidata argentina para los premios Oscar 2023), es el último film del director Santiago Mitre, en el que sus guionistas (el propio director y Mariano Llinás) intentan un acercamiento a un hecho histórico sin precedentes como fue el «Juicio a las Juntas Militares», responsables de la represión ilegal ocurrida durante el período en el que ocuparon el poder mediante un golpe de estado al gobierno democrático de Isabel Perón.

Raúl Ricardo Alfonsín

En el programa «Odisea Argentina» que conduce el periodista Carlos Pagni, del día Lunes 3 de octubre 2022 (Ver aquí) se produjo el siguiente diálogo entre el  periodista y su entrevistado el dirigente y ex funcionario radical Jesús Rodríguez.

Carlos Pagni: Viste la película «Argentina 1985» sobre el «Juicio a las Juntas». Vos que fuiste funcionario de aquel gobierno que facilitó ese juicio. ¿Qué reflexión te merece?

Jesús Rodríguez: (…) Como protagonista de la época puedo decir que el fiscal Strassera, que fue mi amigo y un verdadero héroe, pudo hacer la acusación porque primero estuvo la CONADEP, porque la CONADEP hizo un trabajo y la CONADEP no fue el resultado de una generación espontánea, sino producto de la decisión del presidente Alfonsín de crear una Comisión que después fue reproducida por otros países del mundo. El primer caso de la CONADEP de la verdad en el mundo es la CONADEP de Alfonsín, presidida por Sábato. Se hizo un documental, un libro, millones de ejemplares vendidos. ¡Eso no está en la película!

A fin de hacer posible el proceso acusatorio, el flamante presidente Raúl Alfonsín ordenó mediante un decreto la creación de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), a sólo cinco días de asumir la presidencia para investigar los delitos, desapariciones y violaciones de derechos humanos ocurridos en el país durante los años de la dictadura militar.

Esta decisión presidencial, continuando con lo manifestado por Rodríguez en la entrevista, fue imprescindible para generar el contexto en el que se desarrollaría el proceso judicial encabezado por el fiscal Julio Cesar Strassera y, de acuerdo al dirigente, no está suficientemente explicitado en la película.

El escritor Ernesto Sábato entrega el informe «Nunca Más», en su carácter de Presidente de la Comisión

Durante nueve meses, la CONADEP recibió testimonios de familiares de desaparecidos, sobrevivientes y otros testigos. Analizó la documentación y realizó visitas de inspección a los centros clandestinos de detención donde estuvieron cautivos los desaparecidos denunciados.

La CONADEP fue disuelta el día 20 de septiembre del año 1984, una vez que se reunió el material necesario para sustentar y fundamentar la acusación, momento en el que el escritor Ernesto Sábato entregó el informe «Nunca Más», en su carácter de Presidente de la Comisión.

“Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el período que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976, servirá para hacer comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror”, dijo el autor de «El túnel», al entregar el informe final del libro «Nunca Más» al presidente Raúl Alfonsín. 

Mediante el Decreto 157/83 Alfonsín promovió la acción penal no sólo contra las cúpulas de las Juntas Militares sino también contra los responsables de las organizaciones guerrilleras que actuaron desde el 25 de mayo de 1973.  

Juicio a la Junta Militar (1985)

La Cámara Federal dictó sentencia por setecientos nueve casos. Fueron condenados Jorge Rafael Videla y Emilio Massera a reclusión perpetua; Orlando Ramón Agosti a cuatro años y seis meses de prisión; Roberto Eduardo Viola a diecisiete años de prisión; y Armando Lambruschini a la pena de ocho años de prisión por violación a los Derechos Humanos.

Aldo Rico en el levantamiento «carapintada» (1987)

Posteriormente, y luego de la condena a los máximos responsables de la represión, Alfonsín se vio obligado debido a las presiones ejercidas por distintos levantamientos militares a decretar las llamadas leyes de «Punto final» (1986) y «Obediencia debida» (1987), que dejaban fuera del proceso judicial a los responsables de ejecutar las órdenes represivas. 

Con su aplicación, el gobierno de Raúl Alfonsín buscó clausurar el tratamiento judicial de los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas y de Seguridad durante la última dictadura en Argentina (1976 ‑1983).

Jorge Luis Borges y Raúl Ricardo Alfonsīn

J.R.: Hay un testimonio dramático, desgarrador de Adriana Calvo de Laborde, que duró cinco horas. Ese día estuvo Borges en la sesión…

C.P.: Hay un texto de Borges …

J.R.: Extraordinario…publicado en la agencia EFE y en el diario «El país». ¡La película tampoco lo registró!

Llama la atención los dichos del dirigente sobre la ausencia en la película del dramático testimonio de Adriana Calvo de Laborde, pieza clave para desentrañar la lógica criminal y el  «modus operandi» diseñado por los represores para «aniquilar» a la subversión. Dicha declaración está presente en dos secuencias separadas del film, brillantemente interpretadas por Verónica Llinás

J.R.: ¡Claro que se olvidaron del indulto! ¡No se lo cita! ¡La película no lo registró!

Grafitis en el Obelisco porteño

Finalmente, a partir del año 1989 el presidente Carlos Saúl Menem les otorgó el indulto en sucesivos decretos a las Juntas Militares y a los máximos jefes de las organizaciones guerrilleras con el pretexto de buscar la pacificación nacional. También fueron alcanzados por los decretos los militares carapintadas que se sublevaron contra el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín en 1987 y 1988. «Curiosamente», estas últimas medidas avaladas por el Congreso, no aparecen en la película.

Sin dudas, el oportuno estreno del film y los sucesos que relata tiene un valor informativo esencial para los más jóvenes y para muchos otros que no estaban al tanto de los mismos. La polémica acerca del modo en que fue construida la narración, de cómo se «ocultó» la figura del doctor Raúl Alfonsín y de ciertos «olvidos» históricos dejan instalados los elementos para la batalla dialéctica.  

En su réplica a las múltiples objeciones que hace el importante jurista argentino Roberto Gargarella acerca del tratamiento que realiza el film sobre el tema del «Juicio a las Juntas» (leer aquí), el co-guionista Mariano Llinás señala:

«El doctor Gargarella ha tenido la gentileza de hacerme llegar sus observaciones sobre el film del que me ha tocado ser co-guionista y que en las últimas semanas ha acaparado gran parte de la atención pública. Dado que la tendencia a utilizar el film como excusa para hablar de otras cosas parece ser irreversible, me parece bien que eso suceda en el nivel más elevado posible y habiéndole prestado al film la máxima atención».

«Los ejemplos contrarios se acumulan: en una reciente entrevista televisiva, Jesús Rodríguez nos reclamó haber omitido el testimonio de Adriana Calvo de Laborde, al cual el film le dedica un extenso fragmento central, señalado por todas las críticas; y no haber mencionado a la CONADEP cuyo trabajo ya había concluido en el momento en que el film se inicia y dos de cuyas integrantes (Mabel Colalongo y María del Carmen Tucci) son personajes del film y cuya emisión televisada aparece también en una larga escena, que no olvida tampoco al doctor Tróccoli y su pintoresco prólogo de aquella noche».

Queda abierto el debate …