En el film Easy Rider (1969) Wyatt (Peter Fonda), también conocido como “Capitán América” y Billy (Denis Hooper, quien además fue el director) recorren en moto el trayecto entre Los Angeles y Nueva Orleans, cruzando los Estados Unidos de oeste a este siguiendo la ruta del gurú del movimiento de los “beatniks”: Jack Kerouak y su novela “On the road”. En busca de la iluminación, la libertad y, sobre todo, de un Estados Unidos inalcanzable. Los nombres de los protagonistas son una referencia a Wyatt Earp y Billy the Kid.
Denis Hooper y Peter Fonda
Después de completar una lucrativa venta de cocaína y con la esperanza de llegar a tiempo para el Mardi Gras, el dúo de motociclistas transita el tranquilo corazón de los Estados Unidos en sus motos cromadas Harley Davidson hechas a medida, rodeados de un universo de personas diversas (amistosas y no tanto), mientras a su alrededor se despliegan paisajes de una belleza incomparable. Los protagonistas imaginaban haber nacido para ser salvajes: “Born to be wild”, como el título del tema más representativo de la película. Fue grabado en el 68’ por “Los Steppenwolf”, una banda californiana de origen canadiense y que un año más tarde fue elegido para formar parte de la banda sonora de este film de culto, que en Argentina fue estrenado con el título de “Busco mi destino”.
Jack Nicholson
En esta película pionera del movimiento de cine independiente estadounidense hay papeles secundarios de lujo, como el que interpreta un jóven Jack Nicholson. Se ha definido a “Easy Rider” como un western con motos, siendo “Born to be wild” desde entonces el himno motoquero por excelencia. Los amantes de las motos de todo el mundo copian esa estética y hacen suyos los versos con los que arranca la canción: “Pon el motor en marcha, adéntrate en la carretera buscando aventuras y lo que se cruce en el camino. Nacimos para ser salvajes, podemos volar muy alto, no quiero morirme nunca”.
Inicialmente “Born to be wild” no fue elegida para ser el single de éxito que terminó siendo; los productores confiaban más en otras canciones de aquel primer álbum de “Steppenwolf”. Por cierto, el grupo toma el nombre de otra novela mítica de aquel tiempo: “El lobo estepario”, del novelista alemán antinazi Herman Hesse. Fue también la primera composición en la que se emplea la expresión “heavy metal”, inaugurando así un género musical. Según el cantante: el éxito ininterrumpido de la canción se debía a que cada nueva generación juvenil piensa que ha nacido para ser salvaje e identifica esta pieza de rock duro como si fuera su propio himno. La intención inicial de los productores era encargarle la banda sonora al grupo “Crosby, Stills y Nash”, pero finalmente se decidió acudir al rico repertorio americano de otros muchos artistas en el que aparecen canciones de The Band, The Byrds, Jimmy Hendrix, Roger McGuinn y Bob Dylan, entre otros, además de la alegórica “Born to be wild” de “Steppenwolf”.
Wyatt y Billy
La película es un canto a la libertad y una de las mejores road-movies que se hayan filmado. Con un final funesto, como sucede casi siempre con el destino de los seres libres que reivindican su individualidad y su sagrada libertad. El trágico desenlace de la película encarna el amargo cierre de la década de los 60’, que terminó en llamas, con los asesinatos de figuras míticas (Martin Luther King, John Kennedy), con violencia racial, con enfrentamientos entre civiles y con la guerra de Vietnam que Estados Unidos finalmente perdería.
Era el final de otro sueño americano. Y en “Easy Rider” quedó sintetizada aquella contracultura basada en la adoración a las motocicletas, a las carreteras, al rock en todas sus vertientes, la psicodelia, las drogas alucinógenas, la cultura hippie y el amor libre. En suma, una colección de sueños utópicos que lamentablemente resultaron ser ilusorios.
Capitan América
El film nos introduce a sus dos protagonistas en un duelo de espejos. Mientras que Wyatt es más tranquilo y cree en la naturaleza kármica, Billy desconfía un poco más de las personas que se le cruzan y, por esa razón, esconde un fajo de billetes en el tanque de gasolina de la motocicleta de Wyatt. En el devenir rutero chocan con la intolerancia y el odio de los habitantes de los pueblos pequeños que los desprecian, aunque en realidad les temen porque representan al inconformismo radical.
Peter Fonda, Denis Hooper y Jack Nicholson
La muerte parece ser su única salvación, el destino inevitable para conseguir su liberación. Cuando llegan a un restaurante en un pequeño pueblo, son víctimas de la incomprensión de los locales que los maltratan como si fueran “bichos raros”. El sheriff los arresta con algún pretexto menor y los encierra en la cárcel, donde conocen a George Hanson (el gran Jack Nicholson, un abogado alcohólico liberal). Después de liberarlos, decide acompañarlos en su viaje final a Nueva Orleans a tiempo para llegar al Mardi Gras.
Afiche del film: «Easy Rider» (1969)
Han pasado más de cincuenta años desde que se estrenó “Easy Rider”. Una película que, según los críticos, sigue representando un sueño intacto con todo su encanto que conserva su poder original, su rasgo de audacia y su impacto trascendental. El resultado fue un gran éxito de taquilla, con dos candidaturas al Óscar (para Jack Nicholson como mejor actor secundario y para Fonda, Hopper y Terry Southern al mejor guion original) y el premio al mejor director.
Nos selló para siempre, por la banda musical, una selección impecable, los actores elegidos con la mano,…inolvidable!
A pesar de los tijeretazos de la censura, la vimos con un gran amigo en un cine club de Mendoza