“Manusmriti” es un antiguo texto hindú que dice que la mitad de la mujer pertenece a su esposo, si el muere, ella está mitad muerta. Una viuda entonces tiene tres alternativas: puede arrojarse al fuego en el funeral de su esposo, puede casarse con el hermano de su esposo, si es que es factible, o puede vivir el resto de sus días en aislamiento y retiro. Si escoge esta última alternativa debe ingresar a un “ashram” (claustro de meditación), afeitarse la cabeza, vestir de blanco como un signo de luto y hacer penitencia por la muerte de su esposo de por vida.
La película Agua (Water, 2005) nos habla de este tema. Se trata de la última película de la trilogía de la directora Deepa Metha. Las previas fueron Fuego (Fire) y Tierra (Earth). «Agua» nos muestra la realidad de las viudas en India a través de Chuyia, una niña de 8 años que ha quedado viuda de un matrimonio arreglado que ni siquiera recuerda. Sin importar sus circunstancias, las tradiciones indican que debe abandonar la sociedad y ser llevada a un “ashram”, conviviendo con viudas, en donde deberá pasar lo que le queda de vida.
La historia transcurre en 1938, justo en el momento en que Gandhi está emancipando al país. De acuerdo al “Manusmriti” las viudas deben tener una vida de entrega total. Chuyia, su amiga Kalyani y las mujeres que viven en el ashram siguen estos mandatos abnegadamente. El agua del río Ganges está siempre presente, las purifica y las libera. Las alegrías son escasas, pero la llegada de Chuyia impactará sus vidas para siempre.
Deepa Metha nos dice: “El agua puede fluir o puede estancarse. Si bien el film se ambienta en 1938, los personajes viven sus vidas como estaba escrito en un texto religioso que tiene mas de 2000 años. Aún en la actualidad, se rigen por estos textos en los pueblos, siendo esta una de las razones por las cuales existen millones de viudas en India. Esto es como agua estancada. Creo que las tradiciones podrían no ser tan rígidas. Deberían fluir como el agua de un torrente”
“Agua” nos muestra el daño al espíritu humano producto de reglas religiosas. El trato inhumano a las viudas en India por parte de los fundamentalistas es similar a la subyugación por parte de otras corrientes fundamentalistas en el mundo en las cuales se niega la dignidad humana.
Deepa Metha hace un aporte significativo al crear este film extraordinario sobre la liberación de sus hermanas. La «desgracia» de ser mujer en la sociedad india de la época, el anhelo de libertad, la amistad y el amor, que siempre surge a pesar de las condiciones hostiles, son elementos centrales en este hermoso film.