Los árboles son parte de una larga e interconectada comunidad que interactúan no sólo con sus propias especies, sino también con otras diferentes. Estudios científicos liderados por Suzanne Simard, han demostrado que la red de micelio (red de hifas) que corre debajo de los bosques conecta a los árboles entre sí y también, que los árboles más grandes y antiguos son los puntos de mayor conexión en esta red. Se los llamó “Arboles Madres” y tienen la propiedad de compartir el exceso de carbono y nitrógeno a través de la red de micorrizas (mico= hongo, riza= raíz) con los árboles pequeños y con aquellos que están empezando a brotar, lo que ayuda a la supervivencia de las especies. Estos “Arboles Madres” actúan como “nodos” dentro de esta red interconectada, comunicándose con los árboles alrededor suyo. Pueden llegar a tener cientos de conexiones.
Los árboles pequeños más débiles reciben más carbono que los más robustos y también envían alimento a árboles de otras especies. Como una madre con sus hijos.
Es increíble y fascinante descubrir estas redes vivientes que coexisten en el mundo natural del cual somos parte. Estos “Arboles Madres” son fundamentales para la supervivencia de los bosques y, cuando son cortados, la interconexión entre las especies se reduce en un 46%. Por eso es importante “descubrir” estos árboles y hacer un mapeo de ellos para preservar la conservación de los ecosistemas.
También se pudo demostrar que estos árboles envían más carbono a los árboles que crecen bajo su sombra. Esta simbiosis con las especies “fungales” que viven debajo del suelo es fundamental para el crecimiento y la comunicación entre ellos. No sólo se comunican cuando hay algún peligro, sino que se ayudan compartiendo alimento a través de esta “red de micelio”. Cada árbol tiene su micelio preferido con el que interactúa y algunos micelios actúan como neuronas principales de conexión, mientras que otros lo hacen para comunicaciones más específicas. A través del estudio del ADN se pudo probar esta maravillosa red de vida que corre bajo nuestros pies.
Esta interconexión va más allá de la especie y se vincula con otras especies y también con los patrones climáticos. Por ejemplo, podemos observar en los árboles nativos como el algarrobo en la zona del bosque Chaqueño o en los robles en California, que crecen en zonas climáticas similares, que en algunos años dan muchos frutos y en otros pocos. ¿A qué se debe? Hay muchas interpretaciones, pero una muy interesante es que los árboles generan más frutos y, por ende, más semillas y más capacidad de reproducción, cuando se aproxima una temporada húmeda. ¿Cómo reciben estas señales? Quizás sea un misterio que debamos descubrir y aplicar a nuestras propias vidas. Ese año las ardillas recolectan más bellotas y las “guardan” enterrándolas en el suelo para el futuro. Al enterrarlas, esas semillas germinarán más rápidamente y más seguras que si quedaran en la superficie del suelo. Todo está interconectado.
El bosque es un ecosistema y los árboles son los centros de distribución de esa información. La conexión con los humanos es milenaria y no sólo nos dan abrigo, sombra, leña, alimento, material para construir, medicina, sino que también con sus raíces profundas, traen agua y alimento a la superficie del suelo. Además, son importantísimos para otros reinos como el vegetal, sobre todo para las aves y otros animales silvestres, que viven en ellos y comen de sus frutos.
Muchos árboles forman una simbiosis y crecen juntos. Lo mismo ocurre con el micelio que crece debajo de ellos. Estas simbiosis son de cooperación y protección. Antes de cortar un árbol, reflexionemos sobre estos seres maravillosos que tienen tanto para enseñarnos.
¡Gracias!
Red de interconexión del Pino Douglas a través de las micorrizas
Andrea Leia es investigadora del mundo natural. Autodidacta. Me relacione a través de la huerta y de la observación con el territorio que me fascina descubrir. Sobre todo, los pequeños y grandes detalles que hacen a esta red de ecosistemas en el cual estamos inmersos. Que nos invitan a conectar con otros reinos y otras realidades biológicas. Guardiana de semillas, tengo un proyecto de producción de semillas antiguas en las sierras de Córdoba, territorio «Comechingon», llamado «Shamballa».
El siguiente video de Gabriel Orrego nos muestra la interrelación entre los llamados «árboles nodrizos» (nurse logs) y el resto de los árboles.
Gracias una vez más…
He aprendido algo nuevo…me gustan mucho los bosques. Disfruto y me beneficio de los aromas, la frescura, sonidos, colores, variedad..etc.. Ahora a descubrir los “árboles madres”.
Más aplausos “Una isla de ideas”!
Abrazos
Muchas gracias Neve! A nosotros también nos encantó publicar esta nota.