Desde hace muchos, años los jóvenes de todo el planeta salieron de sus aulas y marcharon por las calles exigiendo acciones concretas de los gobiernos para hacer frente a las consecuencias del cambio climático. El mundo los escucha. Desde el punto de vista comunicacional, los expertos indican que los jóvenes activistas están usando su autoridad moral y su “expertise” en el uso de las redes sociales para ir navegando en esta marea creciente.

En el año 2018, en Estocolmo, Suecia, la quinceañera Greta Thunberg inició un proyecto excepcional parándose frente al parlamento de su país. Comenzó a faltar a algunas clases en su escuela para protestar por la nula cantidad de acciones para frenar los efectos del cambio climático. Rápidamente el movimiento se hizo global. Mas de 1,6 millones de jóvenes de 125 países pisaron las calles en marzo del 2019. Desde entonces, esta reacción no ha parado.
Los científicos han venido hablando del cambio climático por décadas. Pero esta última generación de jóvenes activistas se hace escuchar y es mucho mas coordinada que sus predecesoras. La visibilidad de este movimiento en las redes sociales y en la prensa ha logrado impactar y ser vista. Cada vez es mayor el número de jóvenes que se interesan y participan.

En el año 2019, Greta Thunberg, fue portada de la prensa mundial cuando navegó hacia la ciudad de Nueva York, ida y vuelta, en un yate provisto de energía solar para participar del “Summit del Clima de las Naciones Unidas”. Su discurso fue desafiante, sacudió a todos al acusar a los líderes del mundo de omisión y traición frente al cambio climático.
Su estilo descarnado sorprende e inspira a millones de personas en todo el mundo. Otros le restan importancia a que la adolescente se haya convertido en la voz de la juventud mundial que insta a los gobiernos a poner en marcha medidas para luchar contra las desastrosas consecuencias de este fenómeno. Fue muy difundida la burla hacia ella del ex – presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Thunberg respondió: «Sinceramente, no entiendo porqué los adultos eligen pasar su tiempo burlándose y amenazando a adolescentes y niños por destacar los argumentos de la ciencia, cuando podrían hacer algo bueno en su lugar. Supongo que simplemente deben sentirse muy amenazados por nosotros».  Se dice que detrás de ella hay intereses empresariales ecológicos asociados a producir energía sin combustibles fósiles. También, que es escuchada por su procedencia europea y que cumple con ciertos cánones que son aceptados por los medios. Asimismo, se destaca su condición relacionada con el síndrome de Asperger. Pero lo que nos dice Greta, es lo que ha dicho también el pueblo mapuche y los pueblos indígenas en Latinoamérica desde hace más de 200 años.

Estos nuevos jóvenes activistas no son convencionales y definen sus acciones como una cuestión de justicia global, que probablemente es más efectivo que si solo fuera un mensaje medioambiental. Si bien apuntan a la necesidad de cuidar la naturaleza y a los animales salvajes, su mensaje no solo se orienta a salvar los bosques, las ballenas o al oso polar. En sus discursos se destacan los problemas actuales y futuros de los habitantes de la tierra, identificando la conexión medioambiente – seres humanos. Se trata de salvar a las personas más vulnerables, a las que tienen menos posibilidades de sobrevivir debido al lugar geográfico donde habitan y a su condición de pobreza.

Desde el mundo de la ciencia, del arte, de las humanidades y de todas las áreas del saber se levantan voces para apoyar una visión de sociedad basada en el buen vivir y en la defensa del medioambiente. Crear conciencia sobre el calentamiento global, la gestión del agua, el comercio justo, la protección de los animales salvajes y la conservación de la biodiversidad son tareas urgentes y críticas.

En la sabiduría de nuestros pueblos originarios, está presente desde siempre la importancia de establecer un “pacto” con la naturaleza que implica reciprocidad. Y una aproximación reverencial hacia ella por considerarla viva y sagrada. Se hacen imprescindibles el respeto hacia la biósfera como ente dador de vida a través del derecho al agua, a las semillas, a los bosques nativos, a los humedales y a la montaña.

El gran Yann Arthus Bertrand, activista medioambiental y social, divulgador científico, director de documentales y fotógrafo francés ve la tierra desde el aire. Su especialidad era la fotografía de animales, después de haber estado en Kenya en la región del Serengueti, pero más tarde desarrolló la fotografía aérea. Es el vigía de las preguntas que hacen avanzar la conciencia en el mundo. Compatriota del explorador de los mares Jacques Cousteau, Bertrand un día se subió a una avioneta para entender algunos estados de la tierra en imágenes panorámicas y solo bajó para mantener breves diálogos con los más desfavorecidos y con quienes les socorrían, o los que proponían algún remedio a la desproporción. Sus documentales: “Human”, “Terra” (Earth), Woman (Mujer) y el recién estrenado: “Legacy, Notre Heritage“ (Nuestra herencia) son joyas cinematográficas dignas de ver y compartir.

Tanto el ejemplo inspirador de Greta, como el compromiso ético y artístico de Bertrand, nos deberían exhortar a abandonar nuestra zona de confort e involucrarnos con una causa justa, urgente y transgeneracional como es la preservación de toda forma de vida en la tierra.

Les compartimos el video “Mother Nature” en el que la cantante Angelique Kidjo y Sting, en conjunto con la fundación “Good Planet” y el documentalista Yann Arthus Bertrand, crearon esta obra llena de energía que entrega un mensaje de amor y de cohesión en la lucha por la preservación de la naturaleza y de nuestro planeta.