Todas las ramas de la ciencia tienen raíces en la historia. En la mayoría de los casos, esta historia se combina con: “hoy sabemos que aquello era erróneo”.  Las matemáticas son distintas, perduran.  A medida que los matemáticos fueron desarrollando su disciplina han concebido una matemática nueva, bella y útil.

A lo largo de la historia, la mujer ha sido invisibilizada tanto en matemáticas como en otras disciplinas por el sólo hecho de serlo. A pesar de las dificultades, muchas han realizado significativos aportes. Durante un largo tiempo, las áreas de las CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) o STEM (science, technology, engineering and mathematics) por su sigla en inglés, sufrieron la influencia permanente de sesgos de género que excluyen a las mujeres de estas esferas del conocimiento. El acceso desigual a la educación, a las tecnologías y a los puestos de liderazgo ha obstaculizado las posibilidades de mentes femeninas brillantes en carreras de STEM y estancado su progreso. A pesar de estos escollos las mujeres y las niñas, creativas y tenaces, desafían a través de la historia, los límites del conocimiento científico y todos los días buscan soluciones a problemas complejos a nivel mundial. Su perseverancia ha cambiado el modo en el que vemos nuestro mundo y sus historias merecen ser contadas.

Una figura inspiradora e imprescindible para entender la actual era de la informática, considerada como la primera programadora de computadoras de la historia es Ada Lovelace (1815-1852).  Ada fue una mujer de inteligencia privilegiada, visionaria y valiente, que vivió una vida en muchos aspectos a contracorriente de su época.

Ada Lovelace.

Lovelace pensaba que las matemáticas y la lógica eran creativas e imaginativas, y las llamaba “ciencia poética”. Las matemáticas “constituyen el único lenguaje por medio del cual podemos expresar de forma adecuada los grandes hechos del mundo natural”, escribía.

Ada Lovelace era hija del poeta inglés lord Byron y de la matemática y astrónoma Annabella Milbanke. Un mes después de su nacimiento, la pareja se separó y Byron partió a las costas inglesas para no regresar jamás.

Desde pequeña Ada se interesó por las matemáticas, la música y el francés. Se negaba a disfrutar la poco estimulante vida social esperada para las jóvenes inglesas de la época. Decía ser «científica poetisa» y su rebeldía e inconformismo, a la hora de no aceptar las pautas victorianas, la llevarían a enfrentarse con uno de sus profesores: el matemático Augustus De Morgan; toda una eminencia de la época, al que provocaba con sus preguntas que conseguían dejarlo en evidencia ante los demás alumnos. La incomodidad del matemático se hizo manifiesta cuando fue a ver a su madre para quejarse acerca del comportamiento de su hija en las clases: “piensa como un hombre”, le dijo, subestimando la capacidad intelectual de Ada.

Ada Lovelace y Charles Babbage.

Ada era muy joven cuando conoció a Charles Babbage, un excéntrico científico de 44 años. Entre otras cosas, este hombre, llevado por su obsesión a la hora de experimentar sin límites, fue capaz de introducirse en un horno encendido para saber qué era lo que le pasaba a un cuerpo humano sometido a altas temperaturas. Fue con este encuentro que su vida dio un enorme paso adelante y no tardó en conocer a las luminarias de la época: Charles Wheatstone, David Brewster, Michael Faraday y Charles Dickens.

En el momento de conocerla, Babbage estaba obsesionado por construir una máquina calculadora que funcionase de manera mecánica, sin la ayuda humana, llamada la “máquina diferencial”. Ada quedó sorprendida ante el invento y, con su estímulo y aporte intelectual, Babbage concebiría su creación. Entre otras cosas, Ada exploró el uso de tarjetas perforadas para programar la máquina.

Ada trasciende con su imaginación a sus coetáneos pues demostraba que una sola máquina podía hacer cualquier cosa, solo hacía falta la serie correcta de instrucciones, lo que hoy denominamos “un programa”. Fue capaz de predecir el impacto que tendría la actual revolución computacional. Esta conclusión se atribuye a su cualidad de integrar poesía, ciencia e imaginación.

“Si no puedes darme poesía, ¿puedes al menos darme ciencia poética?”, escribía.

Charles Babbage la describió así: “Olvidad este mundo y todos sus problemas y a ser posible la multitud de charlatanes: todo en suma menos la Encantadora de Números”

La Maquina Analítica.

El segundo martes de octubre de cada año, se rinde tributo a esta mujer visionaria que profetizó las posibilidades de las máquinas programables, capaces de “actuar sobre otras cosas más allá de los números, si encontráramos objetos cuyas propiedades pudieran ser expresadas mediante la abstracta ciencia de las operaciones”, tal y como lo dijo.

Por eso el “Ada Lovelace Day” está dedicado a impulsar la participación de las mujeres en la ciencia. Para que no sean ignoradas a la manera victoriana que las excluía de toda participación debido al parecer acomplejado de algunos, como el citado Augustus De Morgan, quien sostenía que: “una mujer nunca podría pensar como un hombre”.

Teresa Paneque. Astrónoma y Divulgadora Científica. Chile

En la actualidad sigue siendo necesario permear el sistema escolar y la vida diaria con figuras femeninas, que puedan inspirar a cada potencial astrónoma, investigadora o científica. La pobreza, la necesidad de una educación con menos brechas, la invisibilización, la motivación y poner en duda nuestras capacidades frustran nuestro anhelo de amor por las ciencias. ¿Cuántas niñas que disfrutan con los números podrían estar en una situación parecida?  Sin duda alguna poder contar con referentes femeninos aumenta su interés. Debemos dejar de construir imaginarios de profesiones y referentes basados en la separación de los roles femeninos y masculinos.

A nivel mundial las mujeres representan el 33% de los investigadores en las ciencias. En la era digital en la que la tecnología avanza a gran velocidad ¿porqué hay tan pocas mujeres jóvenes siguiendo este tipo de carreras? Los estereotipos de género suelen influir en nuestras decisiones desde edades tempranas y a lo largo de nuestra vida, así como la dificultad para conciliar la vida profesional y privada en todos los estratos sociales. En suma, barreras personales, culturales e institucionales.

Obviamente, no sólo se trata de los referentes femeninos, también del acceso a la tecnología de manera horizontal, sin ningún tipo de discriminación. Es imprescindible entonces garantizar que las niñas puedan participar de dinámicas donde se promueva el desarrollo de su pensamiento lógico, de habilidades científicas, de la creatividad y de la conjunción de las humanidades con la ciencia. Esta última idea es muy interesante, ¿son incompatibles las matemáticas y la literatura? O, más concretamente, ¿las matemáticas y la poesía? En mi opinión claramente no. No olvidemos que las matemáticas son, en esencia un lenguaje, por lo que no es extraña esta correlación.

Africa Flores, investigadora en recursos naturales renovables. Guatemala

La pobreza es uno de los principales factores que limita la vida de las personas, afectando sobre todo a las mujeres y a las niñas. Las soluciones son de largo plazo, pero estoy convencida que la inversión en una educación integral es el camino para lograr superarla. Además, es fundamental ofrecer modelos de referencia inspiradores a las niñas y jóvenes conectándolas con mujeres científicas de todo el mundo.

Ojalá surjan muchas “Adas” que puedan ver más allá de la realidad inmediata, que perciban sus deseos inconscientes y se apasionen por el lenguaje de las relaciones invisibles entre las cosas.

Mirjana Povic, astrónoma, Premio Nature Research Award, Serbia.

Tremendas.cl es un maravilloso ejemplo de la unión de una fundación y el sector privado para potenciar el interés de las niñas por las STEM.

En la Fundación “Tremendas”, plataforma colaborativa que busca visibilizar el talento y las iniciativas de niñas y jóvenes, se inició la academia “Atómicas”, una instancia virtual y gratuita que invita a jóvenes mujeres entre los 12 y 25 años de Latinoamérica y el Caribe a descubrir sus intereses y conectar con las STEM a través de talleres y clases impartidas por expertos del mundo tecnológico, donde ejecutivos de Entel serán parte del profesorado. Posteriormente, la empresa de tecnología y telecomunicaciones participará en la etapa de desarrollo de proyectos, mediante mentores y mentoras que acompañen el proceso.