Conversamos con la profesora y doctora en Ciencias de la Educación Lila Silva, quien nos brindó su visión acerca de la educación y el aprendizaje en el mundo de hoy, así como sus principales desafíos de cara al futuro. Su trayectoria profesional se relaciona plenamente con su experiencia de vida y compromiso con el desarrollo de la imaginación y el pensamiento creativo.
¿Cuál es tu diagnóstico respecto al sentido de la educación en la sociedad contemporánea?
En la sociedad contemporánea se promueve la competencia entre los estudiantes. Esto los lleva a ser individualistas ya que para ellos es muy importante tener buenas calificaciones, dejando a los otros alumnos que no alcanzan a obtenerlas sumidos en la frustración. Por otra parte, los profesores hacen todo lo posible para que sus alumnos alcancen las metas propuestas. La realidad tampoco ayuda. Tener a 40 niños y niñas dentro de una sala de clases, la enorme escisión que existe entre las asignaturas, los padres y apoderados que no siempre pueden apoyar a sus hijos en los deberes. Además de un gran trabajo de burocracia administrativa por parte del profesorado. Me pregunto, con toda esta carga de trabajo: ¿A qué hora podrían los profesores reflexionar sobre su quehacer? No cabe duda que muchos se dan el tiempo para reflexionar, pero en desmedro de su familia.
¿Cómo visualizas el futuro de las formas de aprender en un escenario post pandémico?
Es importante destacar el papel que juegan las nuevas tecnologías ya que tienen un gran potencial actualmente y, más aún, en el futuro. Pero el trabajo presencial en educación es irreemplazable. Hay que cuidar la inteligencia emocional de los estudiantes pues los enriquece. Elogiar el trabajo de los compañeros de curso que han hecho un esfuerzo por presentar lo mejor posible su tarea. Demostrar interés, curiosidad, hacer preguntas a sus compañeros y profesores, lograr fomentar la empatía entre todos.
La colaboración es el mejor sistema para potenciar el aprendizaje en los alumnos que no han tenido la posibilidad de aprender en forma autónoma.
Finalmente, los docentes creemos que preparar a los alumnos (as) para un futuro incierto es una misión ineludible. La imaginación, el pensamiento crítico e independiente serán las claves para enfrentar el devenir.
¿Qué te motivó a elegir tu carrera?
Es muy importante esta pregunta para mí. La tía Inés nos llevaba junto a mis primas a la escuela donde trabajaba en Santiago como profesora, ahí cursé el kínder y el primero básico. Debo reconocer que lo que más me gustaba era la clase de Alimentación y Economía Doméstica. Mi tía, era la profesora en la clase en la que participábamos directamente en la confección de las delicias, que después nos deleitábamos saboreándolas.
Mis primas aprendieron a leer y yo no tuve esa felicidad. Mis padres se trasladaron a Concepción y allí tuve a un profesor maravilloso quien me motivó a aprender a leer y cultivó en mí el amor hacia las matemáticas con situaciones problemáticas reales de la vida diaria que había que resolver. En enseñanza media o secundaria recurría a él con cualquier duda que tenía en las diferentes asignaturas para aclararlas. Siempre fui una estudiante muy responsable y de buenas calificaciones. Este gran profesor fue mi padre, quien, si bien nunca estudió pedagogía, siempre admiré. No sólo me ayudó a mí, sino que también a todo aquel que lo necesitaba.
Tu tesis doctoral fue sobre «Creatividad y Matemáticas», pero teniendo en cuenta tu trayectoria profesional, la búsqueda de la creatividad y la originalidad siempre estuvo presente. ¿A qué se debe ese interés?
Creo que desde mis primeros intentos como profesora quise hacer trabajos más relacionados con la vida diaria de los estudiantes y no remitirme sólo a los textos elaborados por profesores que no siempre estaban pensados desde el aula.
Después, como docente de los futuros profesores en la cátedra de “Metodología de enseñanza de las matemáticas” y en sus prácticas pedagógicas, incentivaba a mis estudiantes a que sus clases fueran significativas para sus alumnos. Los diferentes contenidos tenían como base la relación entre las matemáticas y la jardinería, las matemáticas y la música, las matemáticas y la boleta del cobro del agua, las matemáticas y el fútbol, las matemáticas y la cocina, etc.
¿Te consideras una profesora irreverente o transgresora de las estructuras educativas tradicionales? ¿Nos puedes contar alguna experiencia de transgresión de los esquemas pedagógicos en tus primeros años como docente?
No me considero irreverente o transgresora, creo que soy una profesora diferente. Ya que para mí el aprendizaje se logra con estudiantes interesados y motivados, tarea que debe asumir el profesor en la sala de clases. Lo anterior se consigue en un ambiente de confianza mutua donde todas las interrogantes planteadas por los alumnos y alumnas son muy bienvenidas.
Enseñar a investigar desde edades tempranas, formular proyectos y trabajar en equipo son actividades que se deberían incluir en el aula. Y las evaluaciones a estas actividades deben estar alineadas con el trabajo colaborativo. El profesor debería plantear situaciones problemáticas donde exista la participación de todas y todos.
Tengo recuerdos de las actividades que realizábamos. Por ejemplo, en educación primaria trabajamos las figuras geométricas, perímetros y áreas realizando jardines, usando tablas de madera para delimitar cada una de estas figuras (cuadradas, circulares, triangulares) y las flores se plantaban dentro del área delimitada.
¿Si no hubieses sido profesora e investigadora qué te hubiese gustado hacer?
También me gustaba la Pedagogía en Biología. Aunque mi padre tenía la idea de Medicina u Odontología pues a su juicio eran estudios que te daban más estabilidad. Lo que sí estaba claro era que quería ser profesora contra viento y marea.
¿Cómo surgió la idea de los libros y qué conexión hay entre ellos?
Siempre pensé que había que tener libros que tuvieran sentido para los niños, con una orientación interdisciplinaria ya que la vida misma se nos presenta como un todo integrado.
El primer libro: «Creatividad Rural» es muy querido para mí, pues fue el fruto de haber observado y, muchas veces, participado en actividades que se realizaban en el campo. Además, los estudiantes me contaban sus historias: por ejemplo, cuando se inundó la escuela, cuando el río creció pues se derritió la nieve, cuando casi se incendia la casa y los animales corrían para salvarse. Es un libro de múltiples opciones, pues cada alumno tiene una respuesta a las situaciones presentadas. Los otros siete libros reflejan el trabajo directo en el aula mediante Investigación – Acción.
¿Cómo es posible la Investigación – Acción?
La Investigación – Acción es la consecuencia de que en cada clase podemos preguntarnos cómo los niños y niñas pueden aprender mejor. Es la identificación de un problema específico a ser resuelto a través de la acción. Es una reflexión seguida de una acción que supone una investigación participativa donde los estudiantes tienen mucho que aportar ya que se centra en el desarrollo, aprendizaje y evaluación de los participantes.
¿Cómo se puede educar para propiciar una sociedad menos competitiva y alienante?
Es verdad, nuestra educación es individualista y egoísta. Creo que lo primero es considerar que todos los estudiantes presentes en la sala de clase son importantes para la sociedad y hacer sentir a cada uno que es valioso y necesario. Según mi opinión es imprescindible conocer a los niños antes de comenzar las clases. Hacer una pequeña entrevista acerca de cuáles son sus aficiones, uso del tiempo libre, a quiénes admiran, quiénes son sus amigos, qué le gustaría hacer cuando sean grandes, qué asignatura es la que más les agrada y cuál es la que menos les gusta. Entonces hay muchas formas de poder realizar experiencias donde cada estudiante sea protagonista y así podremos tener alumnos más realizados y dispuestos a aprender siempre. Además, deberían tener la confianza acerca de que los errores y equivocaciones son parte del aprendizaje y, por lo tanto, no deberían ser coartados en su desarrollo cognitivo y emocional.
¿Cómo lograríamos una educación menos centrada en la competencia? ¿A través de la colaboración? ¿Tienes experiencias al respecto?
Como profesora de matemáticas en enseñanza media (secundaria), al realizar mi práctica docente y después como ́ profesora guía de los futuros profesores de matemáticas, me percaté que había estudiantes que manifestaban un profundo desagrado hacia la asignatura. Me impresionó mucho la desidia y frustración que imponía, dejando a muchos estudiantes sumidos en la tristeza. Después de mis estudios de doctorado en “Creatividad y Matemáticas” se me presentó un abanico de posibilidades en la universidad dictando la cátedra de “Desarrollo de la creatividad”. Mis estudiantes pertenecían a diversas especialidades como: Arquitectura, Construcción Civil, Diseño Industrial, Ingeniería Comercial, Auditoría e Ingeniería en Computación. El trabajo final era desarrollado en escuelas donde mis estudiantes debían realizar actividades que dieran a conocer sus futuras especialidades. Así hubo construcción de establecimientos educacionales que fueron ideados por los pequeños estudiantes con la motivación y supervisión de los jóvenes especialistas universitarios. Las empresas de los más diversos rubros fueron ideadas por los niños usando dramatizaciones y títeres así como los procesos de auditoría a ellas.
¿Nos quieres dejar un mensaje?
Si al profesor o profesora le gusta enseñar, seguro que a sus estudiantes les encantará aprender.
Carta a Jorge Piña.
Del libro: “Matemática Creativa” Ediciones U.B.B.
“Querido Jorge:
Cuando en 1985 dibujaste las ilustraciones de este texto, tenías 10 u 11 años y te embargaba un profundo desagrado por las matemáticas, mientras cursabas 6° año básico en el colegio Víctor Pradera de Madrid.
Tu talento, que por entonces crecía en el mundo del arte, permitió que las situaciones problemáticas incluidas en el libro adquiriesen un significado humano y vital.
Con tu destreza, ingenio y dedicación demostraste cómo la tarea de educar debe promover la integración de habilidades y conocimientos; pues la vida se nos presenta como un todo confluyente de vivencias y representaciones antes que como una segmentación sistemática de sus diversos aspectos.
Sé que ahora serás un adulto-joven que busca definir sus horizontes de vida.
Deseo lo mejor para tu desarrollo personal y profesional, y sobre todo, te doy las gracias.
Gracias Jorge, por tu sensibilidad e inteligencia, que supo captar tan bien el sentido de mis ideas.
Gracias por hacer posible que las aventuras de Tin y Tina crucen las barreras del tiempo.
Cariñosamente,
Lila Silva “
Les compartimos el trailer del último libro de Lila Silva titulado «Érase otra vez» que a través de los dibujos, las animaciones y los cuentos tradicionales enseña matemáticas a niños y niñas.
Lila Silva Labarca es profesora de matemáticas de la Universidad de Concepción en Chile (UdeC), Doctora en Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid (España).
Trabajó como académica universitaria en la UdeC y en la Universidad del Bío Bío (UBB) en Chile. Asimismo, ocupó cargos administrativos como Jefe de Investigaciones Educacionales UdeC, Directora de Filosofía y Ciencias de la Educación UdeC y Decana de la Facultad de Educación UBB.
Desarrolló una investigación en el aula que tenía como objetivo conocer cómo aprenden matemáticas los niños y niñas durante la enseñanza primaria. Este trabajo investigativo dio como resultado las siguientes publicaciones: Creatividad rural (Ediciones UBB), Matemática creativa (Ediciones UBB), Matedelicias (Ediciones UBB), Ayúdame a aprender (junto a Claudia Oviedo, Ediciones UBB), Jugar, crear y aprender compartiendo (Lila Silva y otros, Ediciones Trama) y Tutti frutti en el aula (junto a Elena Díaz Islas, Ediciones Trama). El último libro se titula Érase otra vez, texto bilingüe que ha sido traducido al inglés (Once upon another time) de Ediciones grupo Ígneo y al francés ( Il était une autre fois) actualmente en imprenta.
Qué linda entrevista! Una profesora siempre comprometida con la educación y en búsqueda de ideas creativas e innovadoras para motivar a los estudiantes. Felicitaciones!
El amor por la enseñanza está presente en esta entrevista y en cada proyecto que ha emprendido en su vida. Maravillosa mujer y maestra. Gracias Joanna por tus palabras que le traspasaremos a Lila!!
Para los que tenemos el privilegio de conocer a la profesora Lila, podemos a través de esta entrevista, percibir su aroma, su escencia. Transparente, espontánea, lúcida. Vibrante de vida. Creo que habemos muchos, que llevamos en nuestras mochilas, gratamente algo de su visión innovadora de la forma de entender el privilegio que es guíar, a través de la pedagogía, a nuevos aprendices de seres humanos. Esto, sin duda ha sido de mucha ayuda al momentos de emprender la travesía de intentar construir un mejor mundo. Lo cual sólo es posible, con un trabajo de sensibilización de la mirada. Felicitaciones y gracias por sus grandes aportes.
Para los que conocemos a la profesora Lila. Podemos percibir en esta entrevista, su aroma y esencia. Transparente, honesta, lúcida, vibrante de vida. Sólo alguien con estas características, puede comprender, valorar y hacer trascender el verdadero significado de la pedagogía. Creo no equivocarme, al decir que habemos muchos, que llevamos en nuestras mochilas, enseñanzas regaladas por ella. Las cuales, han sido fundamentales, al momento de emprender la apasionante travesía de construir un mejor mundo. Lo cual, sólo puede ser posible, con la sensibilización de la mirada. Muchas felicitaciones y gracias por tantos aporte.