¿Qué es la sustentabilidad en términos prácticos? No es una moda más, ni es necesario ser experto para comprender de qué se trata. Me sorprendí muchísimo -hace unos meses atrás mientras profundizaba en mis conocimientos sobre sustentabilidad- al darme cuenta de que el término «sustentabilidad» hace referencia a un fenómeno de fácil digestión, y no es algo que requiere profundos conocimientos científicos ni largas ecuaciones para comprenderlo.
Como todos sabemos vivimos en un planeta al que llamamos «Tierra”, el cual es indispensable para la supervivencia de la vida, considerando que aún no conocemos otro terreno rocoso que tenga las condiciones para habitarlo. La Tierra para nosotros es un sistema de condiciones que permiten desarrollarnos, pero ésta a su vez depende de otro sistema: «El sistema solar». De acá podemos extraer una ley universal, que tiene relación con que todo lo conocido (micro y macroorganismos) está organizado por sistemas y subsistemas que se interrelacionan y, a su vez, son codependientes entre sí, pero con un límite: nunca un subsistema puede sobrepasar los límites del sistema que lo alberga.
Como sociedad estamos en un grave problema, entre otros factores, producto del creciente aumento de la población mundial (en los últimos 40 años la población se duplicó), la escasez de disponibilidad hídrica (según el último balance hídrico realizado por la DGA de Chile -2020-, los caudales de agua superficiales de las cuencas de los ríos Aconcagua, Maipo, Rapel, Mataquito y Maule han disminuido en los últimos 30 años entre el 13 y 37%) y la contaminación atmosférica. Se puede decir que estamos colapsando el sistema (Tierra) que permite nuestro desarrollo como especie: así de simple.
En consecuencia, se dice que no es sostenible o sustentable en el tiempo nuestra supervivencia si es que no modificamos drásticamente nuestros hábitos de vida. Actualmente, la mayoría de las constituciones aseguran que su objetivo es alcanzar el bien común, pero en la práctica esto se mide con el PIB o PBI, lo cual no es más que un indicador económico que advierte sobre el crecimiento en esta materia. ¿No les parece sensato que velar por la salud también es relevante para el bien común? ¿No es curioso que las grandes industrias que contaminan ríos, la atmósfera, y localidades completas, pareciera que realizan un gran aporte al bien común solo por aumentar el PIB o PBI? En mi humilde opinión, ese no sería un indicador suficiente para asegurar el desarrollo de un país, salvo que sigamos entendiendo el desarrollo únicamente como crecimiento económico, olvidándonos de algo «secundario» como la salud -suponiendo que fuera clave para alcanzarla vivir en un medioambiente limpio y respirar aire en buenas condiciones-.
Para cerrar me parece adecuado reforzar que la sustentabilidad no es una moda, una cuestión ideológica, ni la última ocurrencia del neo-hippismo: NO. Es una problemática bastante simple de comprender, que nos heredaron las generaciones anteriores y que nosotros ya no podemos evadir. Es nuestra responsabilidad asegurar que las condiciones de vida se mantengan para las próximas generaciones.
¿Han empezado a reflexionar acerca de cuál es su responsabilidad? ¿Han tomado algunos compromisos? ¿Ya han implementado medidas para un crecimiento sustentable?
Sebastian De Toro
Abogado, ex asesor legislativo y del sector público, actual emprendedor en consultoría en sustentabilidad.
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