Cuando imagino una lista de los mejores diez films que ví en mi vida «Tiempos Modernos» (Charles Chaplin,1936) no puede faltar. Quizás tenga que ver con el asombro infantil que me produjo verla, algo así como la sorpresa del descubrimiento de la primera vez. También con la ternura que transmitía su rostro ingenuo o por su característica forma de caminar, tan peculiar denominada «chaplinesca». O por alguna escena inolvidable, como la de Charlot haciendo flamear una bandera “roja” que levanta del suelo al caer de un camión e inmediatamente pasa a encabezar, involuntariamente, una columna multitudinaria de obreros en huelga.
Lo asombroso en Chaplin es que, además de resultar divertido, de provocar risas con sus ingeniosos gags; nos revela con una enorme lucidez las contradicciones que aparecen con la revolución industrial y las consecuencias, muchas veces nefastas, que vienen de la mano del progreso económico. La producción a gran escala que convierte al obrero en un autómata; las condiciones laborales, las protestas sociales y las huelgas durante la Gran Depresión, son sólo algunos de los temas importantes del film.
No es de extrañar que para el poder político norteamericano, con Joseph McCarthy como brazo ejecutor, Chaplin pasara a integrar una lista negra de sospechosos por sus ideas progresistas y se lo empezara a perseguir y a estigmatizar.
Otro film que figura entre mis favoritos es «Tarde de perros» (Sidney Lumet,1975), con Al Pacino (Sonny) y John Cazale (Sal) como protagonistas. Ellos interpretan a dos delincuentes inexpertos que deciden robar la sucursal de un banco en Brooklyn. Sin embargo, debido a su impericia, el robo que había sido planeado para ser ejecutado en pocos minutos, se convierte en una trampa para los atracadores y en un espectáculo para la TV amarillista en vivo.
La película transcurre durante el día del asalto y narra el desarrollo de las negociaciones que hacen estos ladrones improvisados con las autoridades locales para liberar a los rehenes que tienen capturados dentro del banco.
Lo que destaca a este film de otros con la misma temática, es el tratamiento meticuloso que Lumet realiza sobre las características psicológicas de sus protagonistas. El film explora en sus vidas y ahonda en sus más íntimos secretos. A tal punto que, como espectadores, quedamos identificados e involucrados con su devenir dentro de la historia.
Cabe destacar que el guión de Frank Pierson obtuvo el premio Oscar (1976) a mejor guión original. John Cazale tiene un desempeño memorable dentro del film y su personaje es conmovedor. El Oscar (1976) a mejor actor fue para Al Pacino, quien le imprime a su personaje gran energía y convicción.
Por último, quiero incluir un film más actual, pero menos conocido, llamado «Juegos Secretos» (Todd Field, 2006), con Kate Winslet (Sarah) y Patrick Wilson (Brad). Film incómodo y difícil de catalogar, trata el tema del aburrimiento y del hastío típico de un pequeño pueblo en los suburbios de Massachusetts, en los Estados Unidos. Y de cómo sus inadaptados protagonistas (Sarah y Brad), van tejiendo una relación clandestina que los va liberando de sus propios encierros personales.
El título del film en inglés es » Little Children», y alude a la subtrama del film que remite al regreso al pueblo de un pederasta, después de pasar un tiempo en prisión. Su reaparición se convierte así en una amenaza a la «serenidad» pueblerina. Este otro aspecto del film exhibe su costado más oscuro e imprevisible.
Jackie Earley Haley (Ronald) aporta emotividad y hondura psicológica a su papel de exhibicionista sexual sobreprotegido por su madre (Phyllis Sommerville). Tras haber pagado su deuda con la sociedad, no encuentra posibilidad de redención alguna sometido al escarnio interminable de una comunidad, que no perdona las faltas de los demás y motoriza sus rutinas aburridas a través de sus prejuicios, culpas y juegos secretos.
Si a alguien aplica la palabra «genio» es a Chaplin. Su talento atravesó generaciones. Nos hizo reir como nadie, con su candidez y su refinada torpeza, valga la contradicción; pero también despertó conciencias con films como el que describe Pablo o como el Gran Dictador. Carlitos, sos inolvidable.