Kurt Cobain representa a un grupo de jóvenes y talentosos músicos de rock enfrentados con un sistema inhumano que los devastó emocionalmente y los condujo a una muerte temprana.

El joven rebelde e inconformista de Aberdeen, sólo aspiraba a componer las mejores canciones de punk de la historia y nunca pretendió convertirse en un «rock star». Aberdeen es una pequeña ciudad perdida en el Pacífico, a 174 kilómetros de Seattle. En medio de ese clima bucólico, Cobain pasaba muchas horas junto a su inseparable guitarra. Su vida transcurría entre sus discos y sus bocetos de dibujos, tanto que soñaba con retirarse y convertirse en pintor.

Inicialmente, Kurt tocaba en Aberdeen con Dale Crover, el baterista de los Melvins. Ya habían grabado dos canciones cuando Kris Novocelic, quien después sería el cofundador del grupo, decidió sumarse a la aventura. Dave Gröhl fue el último en incorporarse al trío en el año 1990, cuando sumaron al hoy líder de Foo Fighters.

Guitarrista zurdo, el fuerte del grupo es su sonido poderoso, sustentado en la voz áspera, profundamente visceral de Cobain. Fueron sus letras las que lo posicionaron como un referente a seguir por muchos de los que lo sucedieron en ese género musical: el grunge; la variante del rock que indefectiblemente se identifica con la ciudad de Seattle. Pearl Jam, Alice in Chains y Soundgarden, por citar a tres de los que continuaron con el legado.

Nirvana

El éxito sorpresivo de su segundo álbum de estudio «Nevermind» que vendió diez millones de copias, fue un golpe tan brutal e inesperado para ellos que nunca lograron asimilarlo. Kurt Cobain, como líder del grupo, debió confrontarse con un universo muy diferente al que imaginaba cuando vivía en Aberdeen.

Simultáneamente debió lidiar con su adicción a las drogas, a las que acudió como un intento de atenuar un intenso dolor abdominal que lo atormentó durante gran parte de su vida.

El nacimiento de su hija Frances Bean, su conflictiva relación con la cantante del grupo Hole Courtney Love, sumado a los ataques de la prensa durante su embarazo, que la acusó de seguir drogándose, aumentaron el padecimiento de Kurt, quien confesó su deseo de matar a la periodista de la revista «Vanity Fair» que la había difamado.

El día 5 de marzo de 1994, una sobredosis de somníferos lo llevaron al hospital en la ciudad de Roma y obligaron al grupo a suspender la gira. Fue una señal del final anunciado.

Poco se supo de Kurt Cobain, ícono del grunge y frontman de Nirvana, hasta que el 8 de abril de 1994, un operario acudió a su casa de Seattle para instalar un sistema de seguridad. Fue él quien encontró el cuerpo inerte del cantante, que se había disparado con una escopeta tres días antes, el martes 5 de abril de 1994.