Hace dos años atrás, ví en Internet la invitación y promoción audiovisual del museo Tate London para la exhibición de Vincent Van Gogh titulada «Van Gogh & Britain”. La muestra incluía 50 de sus cuadros que revelaban su amor por Gran Bretaña y de cómo sus obras han inspirado a artistas hasta el día de hoy. La creatividad en la promoción audiovisual de esta exposición efectuada por el Tate fue excepcional. Esa fue la primera vez que escuché a la banda británica Glass Animals. El video promocional de la exhibición era acompañado del tema “Hazey”, que unido a la voz sugerente de su vocalista Dave Bayley, creaba un ambiente fascinante de sonidos perfectamente encajados.
Glass Animals debutó en el ambiente musical en el año 2014 con una actuación que llamaba la atención por el cruce entre elementos orgánicos y electrónicos. El cuarteto originario de Oxford encontró su personalidad resguardándose detrás de percusiones envolventes y sintetizadores que les clasificaban muy cerca de un pop experimental.
Las influencias musicales de la banda unen pop con sintetizadores, la música indie, rythm & blues y hip hop de un modo muy innovador. En el año 2014, lanzan el álbum “ZABA”. El falsete andrógino y las líricas surreales de Dave Bayley calzan perfectamente con el ritmo hipnótico del álbum, las guitarras ondulantes y sintetizadores “acuáticos”, dan como resultado temas musicales muy atrayentes entre los que se destaca “Gooey”.
Glass Animals confirmó su consolidación en los Premios Mercury 2016 con su álbum “How to be a human being”, en el que Dave Bayley muestra su faceta de compositor. Este álbum ganó el Premio de Reino Unido: 2018 Music Producers Guild Awards. También ganó el premio a Álbum y Artista del año.
En el año 2020, Bayley se concentra en un enfoque más personal y autobiográfico con el álbum “Dreamland”, en el que mezcla los sonidos y la cultura pop de su niñez en los años 90 con canciones de sonidos futuristas donde se destaca el hit “Heat Waves”, que ha tenido múltiples versiones y que sigue dando que hablar. «Dreamland» fue grabado previo a la pandemia. Impregnado de nostalgia, nos hace recordar días mejores y reflexionar acerca del presente “You’ve had too much of a digital love, you want everything live, you want things you can touch” canta Bayley premonitorio, como si hubiera sabido lo que se avecinaba.
Dave Bayley (cantante, compositor y guitarrista) es hijo de padre galés y madre israelí. Pasó su niñez en Massachusetts y su adolescencia en Texas, por lo que estuvo inmerso en la cultura pop norteamericana y en la música de Missy Elliot, Busta Rhymes, Eminem y los “Neptunes”. Cuando tenía 14 años Bayley y su familia se establecieron en Oxford, Inglaterra. Allí conoció a sus amigos y futuros compañeros de banda Joe Seaward (percusión), Drew MacFarlane (guitarras / teclados) y Edmund Irwin (Bajo y teclados). El insomnio de Bayley, que era estudiante de medicina en el King ‘s College, lo indujo a componer canciones en su computador que compartía con sus amigos. No pasó mucho tiempo y ya estaban tocando juntos. El nombre de la banda fue elegido con palabras aleatorias del diccionario y así se convirtieron en “Glass Animals” en el año 2010.
Glass Animals tuvo un receso cuando Seaward se quebró una pierna y se fracturó el cráneo después de ser atropellado en su bicicleta en Dublín. Seaward pasó meses aprendiendo a hablar, caminar, leer y a tocar percusión. Mientras tanto, Bayley trabajó con otros artistas produciendo y componiendo canciones para ellos (Flume, 6LACK y Khalid). En el año 2019, Glass Animals retornó a los escenarios con el lanzamiento de una colaboración con Denzel Curry «Tokyo Drifting» y con un show en Oxford a fines de ese año con Seaward tocando frente a sus fans por primera vez después del accidente. En Agosto 2020, lanzan su álbum “Dreamland” introduciendo más temas autobiográficos con su sello musical inconfundible. El álbum alcanzó el número 2 en los rankings del Reino Unido, catapultando a “Heat Waves” como tema icónico de la banda. La tragedia que experimentaron con el grave accidente de Seaward se percibe en su música. “Dreamland” es Glass Animals aceptando el dolor y la adversidad para enfrentar la incertidumbre del futuro y salir victoriosos.
Desde la perspectiva audiovisual sus videos son muy interesantes y repletos de simbolismos. El sonido de la banda tiene el cruce entre la elegancia del Rythm & Blues contemporáneo y melodías cadenciosas las que, sin duda alguna, resultan atrapantes. Sus temáticas se han movido desde lo místico hasta el tratamiento de cuestiones complejas como drogas, sexo, amor, vida y muerte.Fluir parece ser la opción de esta banda que ha conseguido mostrar muchas cosas positivas sobre ellos, en lo musical y fundamentalmente como seres humanos.
La atmósfera que crean en cada uno de sus temas es fascinante y única. Aunque pudiera parecer egoísta, a veces me gustaría que se mantuvieran inalterables, sin crecer demasiado, para que continuaran siendo como un “secreto”. Claramente el descubrimiento ya no es tal, pero haber encontrado a Glass Animals ha sido como confirmar que hechos artísticos hermosos e inesperados están ahí afuera esperando para ser disfrutados.
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