Kaidú, un amor en el silencio

De Susana Oviedo

17 de Dic de 2021

El calor de Santiago en diciembre me agobia. Apenas cede un poco decido caminar con Maqui por el barrio Las Lilas. Pienso en lo afortunada que soy y en que no hubiese podido tolerar estos tiempos de pandemia sin su compañía y cariño. Caminamos casi de memoria hacia “Lolita”, mi librería favorita. “No podemos vivir sin libros” es la frase impresa en las bolsas de papel reciclado y no puedo estar más de acuerdo. Es inevitable saber que saldré de allí con algunos ejemplares bajo el brazo. Los libreros me reciben con una sonrisa, nos conocemos desde siempre, nos saludamos y acarician a Maqui que mueve su colita feliz. Pancho, mi librero favorito, me entrega un libro diciendo: “Aquí está, lo tenía reservado para ti. ¿Cuéntame después, sí?, se ve hermoso”. Al mirar su portada veo a un perro sentado mirando con ternura a una mujer. 

En poesía, sólo se habita el lugar que se deja, sólo se crea la obra que se abandona, sólo se obtiene la duración cuando se destruye el tiempo”. René Char del libro “Para nosotros, Rimbaud”. 

Una rápida búsqueda en Internet me indica que Kaidú es el nombre de un héroe y guerrero Mongol. “Kaidú”, la novela de Paula Pérez Alonso (Editorial TusQuets) es una hermosa historia contemporánea cuyos protagonistas Aína, Juan y su perro Kaidú tejen una historia de amor. El placer al leer esta novela es enorme y el triángulo amoroso cautiva justamente por su honestidad, por su escritura introspectiva y por no tener grandes pretensiones.

“Kaidú vive el presente. No vislumbra horizontes de existencia. No conoce especulación. Si el interés. Disfruta de lo inútil, lo improductivo y lo gustoso. Se pasa gran parte del día holgazaneando. Él me recuerda lo transitorio y lo provisorio de cada uno de nuestros acuerdos y de nuestro supuesto orden”.

Kaidú no será nunca una mascota, permite ser “educado” para poder vivir con Juan, pero no perderá su rasgo indomesticable y rebelde. Juan se irá de viaje, Kaidú quedará al cuidado de Aína y habrá tiempo para pasear juntos libremente. De algún modo, Aína se mimetiza con Kaidú generando una relación sin jerarquías. 

El peso de la historia está en la mirada silenciosa de Kaidú, en su sabiduría y en su fortaleza frente a nuestras limitaciones como seres humanos. La afinidad que se construye entre Aína y Kaidú hace que, poco a poco, Kaidú se transforme en un ser imprescindible en su vida. Atrapa la manera en cómo se construyen los vínculos entre los tres protagonistas y en cómo esa comunión nos puede llegar a marcar.

Conmueven los pasajes en que Aína sólo quiere estar con Kaidú, admira su dignidad, su carácter nómade y su profunda libertad. De alguna forma quiere parecerse a él, disfrutar el goce de compartir la vida con un perro y observar de cerca su forma de estar en este mundo.

Kaidú es una novela de una emotividad sin filtro que nos muestra una panorámica del amor desde una perspectiva nueva, en la que las jerarquías no existen, tampoco las convenciones, y en que el ser humano no está en el centro del mundo.

Maqui

Vivir con un perro es compartir música, silencios y  atrapar el presente con sencillez. Un vínculo de amor que no se rompe. Me gusta pensar que Maqui es el hermano perdido de Kaidú y que su compañía me ayuda a descifrar algunos signos de mi vida; también a constatar mi aprendizaje a partir de su sabiduría.

“Observarlo me resulta fascinante. En él nada es previsible. Pertenece a otra especie. No reconozco algo propio ni me identifico en sus manifestaciones; no es como yo o como alguien que yo conozca; es él. Lo amo en su diferencia. Me voy despojando de mi camuflaje: dejo de referir a mí, me olvido de mí misma, como si ya no tuviera cuerpo, cara o expresión. Me entrego a ese regocijo, estoy suspendida en una nube de felicidad en la certeza de que en el transcurso de una vida no es fácil que esto ocurra. A la mayoría de la gente no le sucede nunca. Me abandono a lo que se da naturalmente con la plena conciencia de que vivo algo único. Kaidú me enseña a no especular; todo se juega en el presente”.

 

Categorías: Literatura
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5 Comentarios

  1. Joanna

    Qué lindo artículo!! El Maqui, la Mayte, Kaidú…..y tantos otros nos muestran la incondicionalidad del amor ❤️

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  2. Leonor

    Maqui ❤️

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  3. Grein Iribarren

    Que hermoso artículo.
    I love Maqui.

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    • Gladys Aliaga Soto

      Hermoso articulo, como lo entiendo, con mi NIKO eramos igual, eramos uno solo el entendia todo nos acompañabamos, como lo extraño, ♥

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  4. Gladys Uribe

    Bellísimo, es verdad en la soledad es una hermosa compañía, yo también tengo mi kaidu y con ella comparto todo mis charlas mis risas mis amigos, es adorable vivir así.

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