Prince Rogers Nelson, nacido en Minneapolis, ganó siete premios Grammy y un Oscar a la mejor canción original por la película “Purple Rain» (1984), nombre de uno de sus álbumes, en el que precisamente se incluye la canción ganadora “The Beautiful Ones”.
Después de dominar las listas de éxitos pop en los años 80′, Prince volvió a sus raíces musicales del R & B con «Diamonds And Pearls». Un álbum en el que presenta algunos de sus singles más potentes de su dilatada trayectoria. «Diamonds And Pearls» fue lanzado el 1 de octubre de 1991 y recorrió un largo camino para recuperar el atractivo de Prince en los Estados Unidos, alcanzando el puesto 3 en el Billboard Hot 200 y encabezando la lista de R & B.
El comienzo de la década del 90′, junto con la explosión del hip-hop y el R & B, representó una nueva oportunidad en muchos aspectos en su recorrido como solista. Su nueva banda, «The New Power Generation» (NPG), le aportó la opulencia del jazz urbano maximalista (sitar digital y campanillas de viento) y ritmos brillantes con una gran dosis de funk. Prince reunió al grupo en un momento en el que necesitaba una renovación estética y estilística y así recuperar el interés del público en su música luego del pobre desempeño de taquilla de la anodina película «Graffiti Bridge» (Prince,1990).
Cuando se conecta con la diáfana canción principal «Diamonds And Pearls» o en las brillantemente obscenas «Cream» y «Gett Off», podemos apreciar uno de los trabajos mejor elaborados y logrados de su carrera. Su incursión en el hip-hop con «Jughead», el swing resplandeciente de «Strollin» y «Money Don’t Matter 2 Night», cargada de significados políticos, demuestran la pasión de Prince por seguir superando sus propios límites.
Después del gran éxito de la banda sonora del film Batman (Tim Burton,1989), para el que se encerró durante seis semanas y escribió un disco completo de canciones, Prince da un giro para conectar con la audiencia negra. Al hacerlo, abandona su costado más rockero que hacía que su música fuera tan asombrosa, al nivel de la genialidad de otros grandes como Stevie Wonder, Jimi Hendrix y David Bowie. Intérpretes que llevaron el género musical que habitaban a otro nivel. Más amplio y trascendente que los espacios expresivos con los que convivían cotidianamente.
Matt Fink y Miko Weaver de «Revolution» habían dejado la banda anterior de Prince al finalizar el «Nude Tour». Se contrató a Sonny Thompson en el bajo y se agregó a Thomas Elm en reemplazo de Fink en los teclados. Levi Seacer pasó del bajo a ocupar el lugar de Weaver en la guitarra rítmica. Junto con los recién llegados: la cantante Rosie Gaines y Michael Bland que ya se habían unido a la banda del «Nude Tour».
La creación de NPG fue el intento de Prince por recuperar su relevancia en la cambiante escena musical. Tony Mosley, quien se había sumado a la banda como bailarín para el «Nude Tour», se convirtió como rapero en miembro central de la formación. Mosley conoció a Prince cuando trabajaba como extra en la película «Purple Rain» y en el año 1990 encabezó el trío de baile callejero de la banda llamado «Game Boyz».
«Diamonds And Pearls» le dio a Prince su cheque de U$S 100 millones (aunque rápidamente se arrepintió) por la renovación del contrato de grabación con Warner Bros. Desafortunadamente para Warner, los siguientes cinco álbumes no resultaron tan exitosos como este. La revista Rolling Stone también podría haberse arrepentido por calificar al álbum con 2.5 de 5, porque se percibía que Prince no sólo había abierto nuevos caminos con su producción, sino que mejoraba y enriquecía el tratamiento de las propuestas musicales vigentes en ese momento. Eso daba por sentado que cada nuevo álbum de Prince generaba la expectativa de que remodelaría, no sólo su propia creación, sino que también anticipaba el estilo conceptual del resto de la industria musical en los años venideros.
Impulsados por la batería y el bajo de Michael Bland y Sonny Thompson, los mayores descubrimientos de Prince hasta ese momento, «Diamonds And Pearls» ofrece un cóctel increíblemente diverso de géneros musicales que, en conjunto, prueban sin lugar a dudas la maestría artística de Prince y su talento para rodearse de los acompañantes ideales. Sonny T y Michael B son exquisitos y la voz de Rosie Gaines es un regalo del cielo.
Cuando ella dejó la banda inmediatamente después de la gira «Diamonds And Pearls Tour» en el año 1992, Prince prometió que nunca más haría un dueto de la canción principal con ningún otro cantante, manteniendo esa promesa desde entonces. El tema obtuvo una nominación al Grammy por «Mejor interpretación de R & B de un dúo o grupo en el año 1992. El sencillo «Gett Off» recibió una nominación en la misma categoría el año anterior.
Con clásicos como «Cream», «Gett Off*, «Thunder», «Live 4 Love» y «Money Don’t Matter 2 Night» (este último resuena más que nunca después de la crisis financiera del año 2008) y especialmente con el tema principal, el carácter épico del disco es innegable. El álbum «Diamonds And Pearls» es arrollador, escrito en el contexto de la crisis económica y la Primera Guerra del Golfo, produjo tres éxitos entre los diez primeros y desató un gran impacto en la audiencia. Incluso hoy en día es considerado como uno de los mejores álbumes de los años 90′, claramente el más ecléctico y ambicioso de Prince. «Diamonds And Pearls» lo muestra en un verdadero pico de creación de hits, envuelto en una asombrosa alquimia de una enorme riqueza expresiva y musical.
Prince creaba para una minoría de entendidos , nunca llego a la mayoría popular porque no le interesaba, y esa mayoría lo recordarán por dos o más canciones , el estaba más preocupado por mantener su imagen andrógina como una «marca registrada» vivía atrapado en una imagen prefabricada, nunca pudo ser como David Bowie que manejaba con facilidad sus cambios de imagen.
Es cierto que Prince «construyó» un personaje, pero la calidad y la sofisticación de su música lo convirtió en un artista único.
Muchas gracias por tu comentario!