Leer a Labatut

De Susana Oviedo y Alter Pablo Rozental

23 de Ene de 2022

El Bosco. La extracción de la piedra de la locura (1505)

Extraemos algunas reflexiones del escritor chileno Benjamín Labatut (autor de la gran novela «Un verdor terrible», 2020) de su nuevo libro «La piedra de la locura» (2021), brillante análisis de la cada vez más ardua tarea de comprender racionalmente la compleja realidad que nos toca vivir y del estallido social en Chile del año 2019.

Labatut señala cómo se adquiere la experiencia humana a través de referencias e historias del escritor Howard Phillips Lovecraft (1890 -1937) como el impulsor del horror sobrenatural, de la lógica radical de David Hilbert (1862 -1943) y su defensa del rigor matemático y de la iluminación delirante del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick (1928 -1982), quien presagiaba el futuro en los años 70 y que hoy se hizo realidad. Labatut construye un panorama desolador donde demuestra que la fe en el porvenir y en la razón que marcó épocas pasadas está en seria crisis. “Los bordes de la realidad han comenzado a sangrar, y muchos tenemos la sospecha de que el castillo de razón y orden que hemos construido puede ser fácilmente derribado”.

Howard Philips Lovecraft

 

David Hilbert

 

«Más que en otro lugar, hoy vivimos en el mundo de Dick, una pesadilla plural y demente en la cual nunca podemos creer del todo en lo que vemos, sentimos y escuchamos, o incluso en lo que pensamos. Lo real está fuera de nuestro alcance. Nuestras vidas se han vuelto tan extrañas e inciertas como el reino cuántico. Lo falso y lo simulado parecen estar asfixiando la verdad, mientras que los aspectos ficticios de la existencia asedian el tabernáculo de la razón. ¿Por qué nos acecha la sensación creciente de que nada tiene sentido? ¿Por qué sentimos que el mundo se va a acabar?».

Philip K. Dick

En el año 1977 en una charla en Metz, Francia, en el marco del Festival Internacional de Ciencia Ficción, Dick afirmó sin inmutarse “que nuestro mundo no es real y que deberíamos pensar en él como un simulacro o una simulación. El tema de este discurso es algo que ha sido descubierto recientemente, y que puede que no exista en absoluto. Puede que yo esté hablando sobre algo que no existe. Por ende, tengo absoluta libertad para decir todo y nada».

Lo que aterra al escuchar al mejor escritor de ciencia ficción de finales del siglo XX es que habla en serio, que no está bromeando cuando pone en duda la existencia del mundo real.

Usando el cuadro de El Bosco “La cura de la locura» o «La extracción de la piedra de la locura” (1505) que se exhibe en el Museo del Prado y que muestra a un cirujano con dos asistentes quienes están extrayendo una piedra, símbolo de la locura, Labatut se pregunta: «¿Qué es lo más delirante de esta pintura? ¿El paciente que pide ayuda? ¿O el hombre quien, como se pensaba en la Edad Media, ve a la locura como a una piedra incrustada en el cerebro de la que podría liberarse a través de una cirugía?”

El Bosco, La piedra de la locura (1505)

Y, como para que no queden dudas Labatut agrega: «Una cierta demencia se ha infiltrado en el mundo, gota a gota, y está tomando cada vez más fuerza. Ya no podemos simplemente desdeñar la paranoia, ni tampoco podemos confiar, con absoluta certeza, en que la ciencia -o incluso nuestros propios sentidos- será capaz de mostrarnos el mundo tal como es. Debemos aprender a ver las cosas bajo una luz nueva, porque la llama de la razón ya no alcanza a iluminar el complejo laberinto que va tomando forma lentamente (aunque algunos dirían que está siendo construido) a nuestro alrededor”.

Al leer esta afirmación surgen nuevos interrogantes que, hasta el momento, y pese a su urgencia, no alcanzamos a responder: ¿Alguna vez comprendimos la realidad? Y, si no fuera así ¿Podremos aspirar a hacerlo, o acaso es algo quimérico, que se encuentra fuera de nuestro alcance?

Estallido social en Chile (2019)

¿Cómo no podemos caer en la locura si las historias que hemos creado para vivir se destruyen? A modo de ejemplo de la locura en esta compleja realidad, Labatut analiza las protestas del estallido social ocurridas en Chile en 2019, en las que «se destruyó el orden sin posibilidad de crear uno nuevo”. Labatut describe al caos producto de la revuelta popular como “común y omnipresente” llegando a ser “el centro de una nueva visión del mundo actual”.

La “narrativa” de la sociedad que hemos construido por décadas erupcionó, específicamente la relacionada con el desarrollo y el progreso económico. Nadie (ni políticos, ni artistas, ni científicos, ni líderes sociales), fue capaz de explicar qué es lo que estaba pasando, era una furia social enorme. Ha habido tragedias sociales reprimidas que han sido anticipadas en el pasado, pero esta metamorfosis social surgida “de repente” que reclamaba un cambio radical, no tenía una dirección clara. «A pesar de que el estallido social tenía un enorme poder, nuestra revolución tenía una cualidad muy especial, carecía de una narrativa central».

En estos dos ensayos (díptico) incluidos en el libro, Labatut reflexiona profusamente sobre cómo podemos entender y tomar ventaja tanto de la locura como de la razón. Si las reglas del juego han cambiado, los paradigmas del juicio también deberían cambiar. “La razón no es nuestra única facultad, tampoco es la más importante”.  Entonces en la realidad que nos toca vivir, y en un mundo con verdades tan esquivas, tal vez volverse loco podría ser una respuesta adecuada. Si la verdad y la sinrazón son equivalentes, la locura sería el precio que pagamos por el conocimiento.

«El fracaso de nuestras grandes narrativas en reflejar cómo se siente estar vivo durante la segunda década del siglo XXI y el colapso de ese don divino que nos permite poner la realidad en palabras y dar sentido a lo que nos rodea para compartir una historia común seguramente están en la base de nuestra confusión actual, y de nuestra casi total desorientación».

Labatut indaga en comprender el caos para intentar descubrir la “piedra de la locura» que nos crece como un bulbo en la frente mientras el mundo va tomando formas en las que no podemos creer más. Al final del ensayo, se pregunta si podremos extraer algún día esta «piedra de la locura” concluyendo que “intentarlo es una señal de delirio, de que la razón está sobrepasando sus fronteras, y que la ciencia y la medicina se están extraviando más allá de sus límites”. Podría ser que esa locura sea parte fundamental de lo que significa ser humanos y, que tal vez, sin ella no podamos sobrevivir.

Blade Runner, Ridley Scott (1982)

«La humanidad siempre ha temido al caos, aunque ahora se ha vuelto tan común y omnipresente que quizás debiésemos colocarlo al centro de una nueva visión del mundo. Nos hemos aferrado a la idea del caos más que a cualquier otra de las metáforas que nacieron de la ciencia durante el siglo pasado, porque parece expresar y encarnar nuestra condición actual de una manera a la que ningún orden puede siquiera aspirar, sin importar cuán perfectamente equilibrado sea, cuán bello o tranquilizador».

«El caos parece sugerir que hay algo en la esencia misma de las cosas que escapa a nuestro alcance, algo que no somos capaces de ver, sin importar qué tan lejos miremos hacia el futuro, ni cuán poderosa se vuelva nuestra mirada».

El gran escritor argentino Néstor Sánchez (1935-2003, quien sufría de esquizofrenia) lo expresó mejor que nadie: “La verdad y la locura son síntomas de la misma enfermedad. Lo que realmente me interesa es esa enfermedad”.

«Sin embargo, nunca debemos olvidar que la ciencia no es sólo un método: también es un delirio metafísico, la ilusión de pensar que nuestro mundo se conforma a un orden que podemos descubrir y entender. Eso no significa que tengamos que abandonar los sueños de la razón, sólo que también debemos atesorar nuestras pesadillas, pues puede ser que, como civilización, a lo único que podamos aspirar es a despertar dentro de esos sueños. Para hacerlo, quizás sería bueno recordar las lecciones que nos dejó la delirante iluminación de Philip K. Dick: que a veces volverse loco es una respuesta adecuada a la realidad, que la verdad y la locura pueden ser síntomas de la misma enfermedad y que el precio que pagamos por el conocimiento es la pérdida de la comprensión».

Benjamín Labatut

Sobre Benjamín Labatut:

Para el escritor chileno Benjamín Labatut los libros son como “los laboratorios de los científicos locos o alquimistas pues permiten jugar con las ideas sin la necesidad de estar en correspondencia estricta con la realidad”. Uno de sus laboratorios más intrigantes se titula “Un verdor terrible”, un libro de cinco historias sobre científicos publicado en abril de 2020 por la editorial Anagrama. Labatut hasta ese momento no era conocido internacionalmente. Después de “Un verdor terrible”, se ha convertido en un fenómeno editorial que ya ha sido traducido a 22 idiomas y su versión en español ya está en su novena edición. En el año 2021, su versión en inglés fue nominada para uno de los reconocimientos más importantes de la literatura anglosajona en la categoría de «Mejor Libro 2021» por el International Booker Prize, además de aparecer en la lista de los libros recomendados por el expresidente de los Estados Unidos Barak Obama.

“No trato de explicarme el éxito. No me preocupan mucho las reacciones y opiniones de otras personas. Me entrené para escribir a espaldas del mundo, para intentar encontrar mi propio valor. Y si ahora a muchas personas les gusta mi libro lo considero un halago, pero no le doy gran importancia. Puede ser que no estén interesados en el siguiente libro. La literatura no es un concurso de popularidad, lo veo como caminar por la orilla de un enorme orificio que puede tragarlo todo y que me tragará tarde o temprano”

 «Sé que el Booker va a cambiar mi vida, de hecho, ya la está cambiando. Pero no sé si quiero que mi vida cambie. Al final, no hay ningún premio, ningún reconocimiento que me vaya a hacer escribir mejor»

The New Yorker

“El deseo que anima a la literatura es tan extremo como el que late detrás de la ciencia: el intento, fallido por principio, de poner el mundo en palabras, de darle una forma humana al caos de la experiencia. Pero la ciencia, a diferencia de la literatura, ha cobrado vida propia; es como si fuese otra mente, un sistema caníbal que opera por sí mismo, que se justifica con su propia lógica y se alimenta de sí.

Lo que me atrae tanto de la ciencia es que es —junto con el arte— un ámbito de lo humano que se sale de todos los límites, que no le debe lealtad a nada, y que rompe, casi sin miramientos, con lo que consideramos bueno y malo, moral e inmoral”.

 

Categorías: Literatura
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11 Comentarios

  1. Ceci Rosenberg

    Justamente ayer, leí el ensayo de Labatut «La piedra de la locura». Dejé de respirar cuando comenzó la descripción (e interpretación) del estallido social, faltando 2 tercios aún x leer) y sólo recuperé el aliento con el punto final.
    Por otro lado, acerca de las preguntas sobre la realidad, lejos de sentir miedo, me atrae la idea de que todo sea interpretación y modelos que nos hemos dado como humanidad, que nos han definido el sentido común y por ende, nos han orientado en nuestro eterno y complejo pasar por este mundo. A estas alturas de mi vida, después de haber sido una cartesiana convencida, acepto sin misticismos de por medio, el misterio de lo que no alcanzamos a explicarnos aún.

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    • Bernardo Pinilla García

      Parece que labatut está totalmente lúcido!!!! Felicitaciones por pensar en voz alta…

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      • unaisladeideas

        Gracias por comentar!

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    • Carlos Ossa

      Mientras leía la reseña no pude dejar de pensar en la hecatombe moral que significo para la sociedad europea y eurocentrica el hundimiento del Titanic, y la Gran Guerra, que dieron paso a las Vanguardias (que dieron respuestas no comprendidas en ese tiempo) y los locos años 20 en ambis lados del Atlántico. Esos acontecimientos minaron la fe en el orden y el progreso comptiano que el S.XIX había prometido, dejando a la élite ilustrada a la deriva, sin fe en el futuro (la serie Babylon Berlín muestra algo de eso) o en la incertidumbre respecto de las instituciones sociales y lo que las sostienen, que puede ser lo mismo. «La “narrativa” de la sociedad que hemos construido por décadas erupcionó, específicamente la relacionada con el desarrollo y el progreso económico. Nadie (ni políticos, ni artistas, ni científicos, ni líderes sociales), fue capaz de explicar qué es lo que estaba pasando, era una furia social enorme».
      En Hong Kong, Ecuador, Chile, los Países Bajos y Francia, entre otros, creo que se manifiesta esta misma cuestion, para mi,100 años después. El corso y riccorso de Vico sun puede darnos pistas para entender en un plazo comprensible estos deja vu de la historia.

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    • unaisladeideas

      Gracias por tus hermosas palabras que rescatamos por su valor para una de nuestras historias.

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  2. Constanza Godoy

    Benjamin, acabo de escucharte y sin duda comprare tu libro. He tenido la experiencia que hablas de Dick hace unos años, lo que cambió mi vida y desde entonces me he sentido ajena a este mundo irreal. Verme a mi como un muñeco de goma y todo a mi alrededor solo luz que toma la forma conceptual. Comprender que todo está en nuestra mente y que todos las esferas del universo habitan la misma realidad a sido mi propia locura, mi verdad. Gracias y felicidad por tu éxito, te leere.

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    • Marcos

      P..ta, no he leído el libro, pero me volví a poner obseso con el petróleo. Encuentro muy de acuerdo a la razón, que estemos viviendo en una era del petroleo y que llego un momento en que nos hicimos conscientes (razón) de que éste de va acabar. Ahora, estamos viviendo una subepoca, en que estamos cuidando el petróleo e inventando razonables ideas para no desperdiciarlo y sobre todo porque no sabemos que hacer cuando éste se acabe. Todo esto es tan razonable y al mismo tiempo nos hace vivir en la locura. Ya, mañana me compro el libro.

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    • unaisladeideas

      Gracias por tus palabras!

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  3. Rodrigo

    Solo «copi paste» de todos los comentarios y argumentos……y decir gracias me a vuelto la inquetud por leer un libro

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    • unaisladeideas

      Nos alegra mucho haberte estimulado la lectura.

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    • Eduardo Bidegain Rambaud

      Acabo de leer la nota y me deja unos interrogantes eso es bueno.
      El punto de partida o núcleo de la obra a partir de la obra de el Bosco da mucho para cortar, solo he de decir o remarcar que los que asisten o convalidan al cirujano son la religión con el clérigo y la razón graficada como una beata la sociecied misma de ese momento dispuesta a creer todo lo que se le dice y dispuesta a someterse también e incluso con la mansedumbre del paciente que se deja trepanar . Ni la ciencia, ni la religión, ni el sentido común han logrado dar una respuesta al sentir humano. Saludos desde Argentina pronto leeré su libro.

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