Gabriela Mistral, bendita mi lengua sea

De Susana Oviedo

11 de Jul de 2021

Los adjetivos calificativos para describir la magia de un ser humano frecuentemente parecen fallidos e insuficientes. Esto es especialmente cierto a la hora de nombrar a Gabriela Mistral, una de las figuras más inagotables de la literatura y de la historia intelectual de la primera mitad del siglo XX. Mujer, poeta, ensayista, premio Nobel de literatura, maestra, diplomática, emigrante y conferencista. Ninguna como ella ha sido celebrada, negada, recuperada, leída y releída, distorsionada y disputada desde tantas dimensiones. Nadie como Gabriela Mistral ha tenido tantos perfiles públicos y privados. Y ninguna como ella, la innovadora maestra y galardonada poeta, ha sido objeto de una reapropiación tan poderosa como la ocurrida en los muros del estallido social chileno en el año 2019.

Una Mistral insurrecta, reapareció en las murallas de Santiago en el año 2019, con pantalones ciñéndole la cintura y con un libro en sus manos, observando todo desde el mural del Centro Cultural Gabriela Mistral, GAM, en el centro de Santiago de Chile. Desde siempre leímos a la Mistral, la poeta de la infancia y supimos la historia de la abnegada profesora de provincia que se proyectaba desde un Chile conservador de otros tiempos.

Lucila Godoy Alcayaga o Gabriela Mistral (1889-1957) nació en el pueblo de Vicuña, en el majestuoso Valle del Elqui, en el norte de Chile y llegaría a convertirse en una de las figuras más relevantes de la literatura universal. Galardonada con el Premio Nobel de Literatura, su vida, su pensamiento social, político y su obra continúan siendo objeto de estudio y de controversia.

En diciembre de 1945, a los 56 años obtiene el Premio Nobel de Literatura, siendo el primer galardón entregado a Latinoamérica. Un hecho insólito si se considera su origen y la formación a la que pudo acceder en su niñez y adolescencia: su tierra, el pueblo de Vicuña en el norte de Chile, sus maestros, su hermana profesora de dicho pueblo. Lo restante, una inteligencia y sensibilidad descollantes.
A lo largo de su vida escribió su impresionante prosa y poesía dedicada a la infancia, a las madres, a la soledad y a la muerte por la que obtuvo los más altos galardones. Su perfil de madre y de maestra de todos los niños, no nos debe hacer olvidar su tremenda envergadura intelectual, que la llevaba a abordar cualquier temática. Al mismo tiempo, en sus famosos “cuadernos de vida” queda de manifiesto su interés por otros temas que la nutrían: su patria natal y sus patrias adoptivas, Latinoamérica, la política, la educación y su amor por el prójimo. En su quehacer como educadora y diplomática, siempre dejó tiempo para escribir sus confidencias. En esas páginas quedan de manifiesto su lucidez, sus verdades y sus desventuras, revelándonos su vida desde ella misma.

Para algunos, Gabriela Mistral aún debería ser leída como la virtuosa maestra, la mujer que jamás se repondría del suicidio de su sobrino “Yin-Yin”, a quien Mistral amó y cuidó como a un hijo, o como la que retrató el paisaje sobrecogedor de Chile como nadie. Pero Mistral fue esto y mucho más. Sus reediciones de prosa política, las nuevas recopilaciones de su poesía y una selección de cartas que envió por casi una década (la última de su vida) a la estadounidense Doris Dana también forman parte de su legado. Las cartas son apasionadas misivas donde Mistral expresa su amor, su felicidad y su fragilidad a una persona que no sólo fue importante durante su vida, sino también después de su muerte. Cuando la Premio Nobel de Literatura falleció en 1957, su legado pasó a manos de su compañera y albacea Doris Dana. Dana falleció a fines del año 2006 y su herencia recayó en su sobrina, Doris Atkinson, quien donó al gobierno chileno el valioso legado literario de más de 40.000 documentos para que sea custodiado por la Biblioteca Nacional de Chile.

Unos meses después de recibir el premio Nobel, Gabriela Mistral fue invitada a un homenaje en el “Barnard College”, en Nueva York. En alguna parte del auditorio estaba la joven escritora Doris Dana, quien dos años más tarde le escribió la primera carta en torno a la devoción compartida por el escritor Thomas Mann. Desde entonces, no se separaron más hasta la muerte de Mistral y vivieron una intensa relación que quedó guardada en secreto hasta que el legado de la autora llegó a la Biblioteca Nacional de Chile.

El hecho de que compartiera su vida con otra mujer y que a través de los años previos transcurriera su cotidianeidad con mujeres muy destacadas como las activistas culturales Palma Guillén o Laura Rodig influyó en su escritura y en su forma de ver la vida, forjando deliberada o involuntariamente en su obra una mirada distinta a la definida por las normas de género.

En el libro “Bendita mi lengua sea” del escritor Jaime Quezada, Gabriela manifiesta: “Soy humana, humanísima; un ser absolutamente afectivo: vivo de los afectos como del aire y de la luz”. En el libro «Doris, vida mía» queda evidenciado un gran amor y una sólida unión, expresadas a través de las carencias y en el intercambio de cartas. Este libro nos ayuda a complejizar la visión que tenemos sobre la obra de Mistral. En sus cartas se puede descubrir este rasgo y desentrañar el sentido de su obra. Al leerlas percibimos a una mujer vulnerable, frágil, entregada al amor y  profundamente humana. Gabriela Mistral y Doris Dana vivieron una vida de ausencias y presencias. Se separarían y se reencontrarían en varias ocasiones.
En 1948, Gabriela escribe desde México: “Cuando tu vuelvas, si es que vuelves, no te vayas enseguida. Yo quiero acabarme contigo y quiero morirme en tus brazos”.

La cercanía de la muerte tuvo el poder de profundizar la relación. Sus últimos meses de vida transcurrieron en su casa rodeada de árboles, lo que Gabriela había anhelado después de toda una vida de viajes, les sirvió de refugio y probablemente fue el lugar para la tan anhelada felicidad.

Siendo la única mujer iberoamericana con el premio Nobel de Literatura, sigue más vigente que nunca setenta y cinco años después de haberlo recibido. El planteamiento claro de su pensamiento no siempre fue bien acogido, al igual que su trayectoria y compromiso: maestra sin título, poeta con voz propia, católica crítica de la Iglesia, defensora de su género, luchadora por la educación pública, promotora de los derechos de la infancia, demócrata en un mundo de autoritarios y amante en un paisaje de antifaces.

Obras: Desolación (1922), Ternura (1924), Tala (1938), Lagar (1954), Póstumo: Poemas de Chile (1967), Almácigo (2016) , Las Renegadas (2019).

Categorías: Literatura
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10 Comentarios

  1. Joanna

    Excelente nota. Gabriela, la antimalinche!…la mejor de todas.

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    • unaisladeideas

      Así es! Su amor por nuestras raices y por latinoamérica se evidenció en innmuerables ocasiones organizando escuelas para los pueblos originarios en México por ejemplo. Muchas gracias por comentar!!

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  2. ERNA DEL CARMEN INOSTROZA CARRERA

    Lucila Godoy Alcayaga. Gabriela Mistral. Hermosos Poemas. Siempre Recordada JAMÁS OLVIDADA…QEPD.

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    • unaisladeideas

      Una gran referente para America Latina hasta nuestros días. Gracias por comentar!

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    • Juana de L.Muñoz C.

      Una mujer artista y tremendamente valiente, dotada del maravilloso arte de las letras y adelantada a su epoca en muchos sentidos: como persona, como artista, como mujer, auténtica no solo en su expresión artística sino en su ser íntimo, tuvo la valentia de vivir el amor prohibido, de sentirse y llegar a ser madre y de amar profundamente su tierra, una chilena admirable y un modelo a seguir.

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      • unaisladeideas

        Muchas gracias por tu comentario! Nos resulta difícil agregar algo más a tu hermosa reflexión.

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  3. Lila Silva Labarca

    Que buena publicación de la vida multifácetica de nuestra Gabriela Mistral.
    Hace 80 años aproximadamente su personalidad visionaria le causó muchos problemas. Luchó por la igualdad entre hombres y mujeres y las instó a seguir estudiando. Esos problemas son atingentes aún en éstos días. Gabriela Mistral una humanista con gran amor por el prójimo y muy especialmente por la infancia, una mujer veraz que no tuvo temor de decir lo que pensaba.

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    • unaisladeideas

      Muchas gracias por tu lúcido comentario con el que coincidimos en su totalidad.

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  4. Mónica Estela M.E.V.A.

    MUJER MARAVILLOSA QUE TRASPASO SU SIGLO, COMPROMETIDA CON LA SOCIEDAD, LA LITERATURA Y EL AMOR POR EL SER HUMANO,MARAVILLOSAMENTE HUMANA.

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    • unaisladeideas

      Gracias por tus palabras. La Mistral es extraordinaria.

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